Ocho bolas de piedra maciza, que habitualmente sirven de elemento de seguridad, son causa de temor entre algunos lectores de este medio que han alertado del «peligro» que supone que estas pesadas «pelotas» estén arrinconadas en la céntrica Plaza y al alcance de cualquiera. «Un niño ha movido una y ha salido rodando hacia la carretera. Ha costado mucho pararla por lo que pesa. Menos mal que no se ha ido cuesta abajo porque hubiese sido peligrosísimo»
Ironías de la vida, lo que debiera ser un elemento de seguridad está causando temor entre algunos lectores de este medio. Ocho de los bolardos de Plaza de Los Reyes, retirados provisionalmente de su anclaje, permanecen amontonados sin ningún tipo de sujeción junto a una de los jardineras próximas a la carretera.
«Un peligro» que denuncian nuestros lectores y que ya ha dado un pequeño susto cuando «un niño ha movido una y ha salido rodando hacia la carretera. Ha costado mucho parlarla por lo que pesa y, menos mal, que no ha llegado a irse cuesta abajo porque hubiese sido peligrosísimo«, tal y como explican a este medio. Y es que las bolas son totalmente esféricas, lo que, junto a su considerable peso, favorece que vayan ganando velocidad a medida que salen rodando. Además, de las bolas sobresale una barra de hierro que supone un peligro añadido.
Esas balas de cañón son parte piernas, ilegales los bolardos tienen Q tener altura de 70 cm y parte Reflectante.