TRIBUNA
La realidad es que a las mujeres nos siguen matando. Cada día una nueva mujer asesinada aparece en las noticias. Hace unas horas otra mujer ha sido asesinada. Ya van dos en 24 horas. Dos mujeres asesinadas por hombres en un sólo día, aquí en España. 34 mujeres asesinadas en siete meses. Suman 1009 mujeres asesinadas por hombres en 10 años
Esta mañana Delegación y Ciudad han guardado sendos minutos de silencio en homenaje a la mujer asesinada ayer por su ex pareja. Se les acumula el trabajo simbólico. Mañana convocarán otro minuto, aplaudirán y volverán a sus despachos. Están bien los actos de condena, son importantes, pero más lo son las políticas preventivas, la educación en igualdad, la deconstrucción del sistema de sexo-género y de la masculinidad hegemónica y el dotar de recursos suficientes, materiales y humanos, a la policía, a los juzgados y a los centro de atención y asesoramiento para ayudar a las mujeres que son víctimas.
El hombre que ayer asesinó a su ex mujer tenía una orden de alejamiento. Ha dado igual. Porque ese hombre ha ido a casa de su ex pareja y la ha matado a cuchilladas. Ella sin protección física, sólo un papel que prohibía a su ex pareja acercarse más de 300 metros. Él, un maltratador y ahora asesino, con poder. El poder que le da un sistema que permite que esa mujer que ya había presentado denuncia previa por malos tratos estuviera sola y sin protección. El poder que le da el matarla y luego suicidarse. Ese poder lo da el patriarcado y un sistema machista que guarda minutos de silencio.
Y ahora nos dicen que denunciemos, que si no, no se puede hacer nada. Y nos dicen que no estamos solas. Pero resulta que si denunciamos, él sigue libre y que sí estamos solas. Tan solas que hasta nos matan en nuestra propia casa o nos quitan a nuestros hijos e hijas. Pese a esto, hay que seguir denunciando para visibilizar, para enseñarle al mundo que la violencia machista es un problema de Estado. Hay que seguir denunciando para que los poderes, políticos y fácticos, se pongan a trabajar de verdad y nos protejan no solo a posteriori si no de manera preventiva también.
Resulta también, que hay partidos que quieren eliminar los «chiringuitos feministas». Espacios, en los que probablemente esas mujeres víctimas no están solas de verdad, donde se las asesora, acompaña y protege. Y ahora saldrán también los que dicen que hay muchos hombres maltratados y muchas denuncias falsas, pero escuchad… ¡nos están matando! y nos matan los hombres con los que hemos compartido nuestra vida, en muchas ocasiones los padres de nuestros hijos e hijas.
El teléfono de atención a las víctimas es el 016, atiende las 24 horas. No deja rastro en la factura, aunque hay que borrarlo del registro de llamadas.