El bloque de economías emergentes conocido como BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) ampliará su influencia global al incorporar a nueve nuevos países como estados socios a partir de enero. La decisión, anunciada tras una cumbre histórica, subraya el interés del grupo en consolidar su papel como una alternativa económica y geopolítica frente a las potencias occidentales.
Ampliación estratégica del bloque
Los nuevos estados socios que se unirán a BRICS incluyen importantes economías en desarrollo de Asia, África y América Latina. Aunque los nombres específicos no fueron revelados en el comunicado inicial, fuentes cercanas al proceso aseguran que los países seleccionados comparten intereses estratégicos comunes, como la diversificación de mercados, la cooperación financiera y la reforma de instituciones globales como el FMI y el Banco Mundial.
«El fortalecimiento de BRICS es una señal clara de que el mundo está evolucionando hacia un orden multipolar. Con esta ampliación, buscamos representar mejor a las economías emergentes y construir un futuro más equilibrado», señaló el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, anfitrión de la cumbre.
Objetivos del bloque
BRICS ha sido un foro clave para promover la cooperación en áreas como el comercio, la inversión, la innovación tecnológica y el desarrollo sostenible. Con la incorporación de estos nueve nuevos socios, el bloque espera:
- Aumentar su peso económico: Los nuevos miembros ampliarán significativamente la contribución de BRICS al PIB global y al comercio internacional.
- Fortalecer la colaboración financiera: Se prevé un mayor uso de monedas locales para reducir la dependencia del dólar estadounidense en transacciones internacionales.
- Ampliar su influencia política: La diversificación geográfica de los socios podría consolidar a BRICS como un actor más influyente en foros multilaterales como las Naciones Unidas.
Reacciones internacionales
La expansión de BRICS ha generado diversas reacciones en la arena internacional. Mientras que los miembros del bloque celebran el fortalecimiento de su cooperación, las potencias occidentales observan con cautela el impacto de este movimiento en el equilibrio de poder global.
Desde Washington, un portavoz del Departamento de Estado expresó que Estados Unidos sigue comprometido con trabajar con sus aliados para garantizar un orden internacional basado en reglas. «El crecimiento de BRICS es una señal de las transformaciones globales, pero no debe verse como una amenaza al sistema actual», afirmó.
Por otro lado, economistas y analistas destacan que esta ampliación podría enfrentar desafíos, como la necesidad de coordinar intereses diversos y evitar tensiones entre los miembros actuales y los nuevos socios.
Un paso hacia el multipolarismo
La incorporación de nuevos países a BRICS refleja la creciente demanda de un sistema global más inclusivo y representativo. Para los países emergentes, esta alianza representa una oportunidad de fortalecer su posición frente a las economías desarrolladas y de buscar soluciones comunes a problemas globales como el cambio climático, la desigualdad y el acceso a tecnologías de punta.
Con la expansión, BRICS consolida su posición como un bloque clave en el escenario internacional, dispuesto a liderar una nueva era de cooperación Sur-Sur y a redefinir las dinámicas del poder global. La próxima cumbre del grupo, prevista para el primer trimestre de 2024, será fundamental para establecer las bases de esta nueva etapa.
La integración formal de los nuevos socios a partir de enero marcará un hito en la historia del bloque, cuyo impacto será seguido de cerca tanto por sus aliados como por sus competidores en el escenario internacional.