La coalición localista acusa a la Ciudad de haber protagonizado «un giro radical» en la atención de menores migrantes que ha consistido en idear «un entramado argumental» basado en «anteponer la condición de inmigrante a la de menores»; y de haber orquestado «una campaña para demonizar desde la propia institución a los MENA»
Caballas reclama la construcción de un nuevo centro, la ampliación de la plantilla del Área de Menores y el diseño de un proyecto integral de atención a menores migrantes
Desde Caballas advierten que «hace aproximadamente tres años, el Gobierno de la Ciudad decidió dar un giro radical a su política de menores, en especial a la relativa a la atención de los menores extranjeros«. Así, la coalición señala que «el Presidente Vivas ideó un entramado argumental basado en esencia en alterar las prioridades y anteponer la condición de inmigrante a la de menores de estas personas, lo que llevaba de manera directa y ‘lógica’ a desentenderse del ‘problema'». En este sentido, Caballas asegura que la responsabilidad «que la ley asigna de manera indubitada a la Ciudad en la gestión de menores, se desplazaba a la Administración General del Estado», un hecho que derivó en «campaña para demonizar desde la propia institución a los MENA alentando a sectores de la población asustados o molestos por la presencia de estos menores sobre todo en nuestras calles».
La coalición localista recuerda que desde su seno fueron «especialmente beligerantes con este posicionamiento político», pero lamenta que «se impuso el criterio del PP (mayoritario)». Fruto de esta «victoria» ideológica, Caballas sostiene que «la intención de construir un centro se desechó (el proyecto por importe de siete millones de euros está redactado y en un cajón), y con ello cualquier intento de hacer una gestión mínimamente decente» del fenómeno de los menores migrantes que acoge la Ciudad. Así, los localistas condenan que «todo el esfuerzo se puso en ‘exigir’ al Gobierno central. Exigir que construyera un centro, que transfiriera fondos, que cambiara las leyes, que hiciera cumplir el acuerdo de devolución firmado con Marruecos«.
Sin embargo, este «giro radical» que Caballas atribuye al partido que gobierna la Ciudad, no ha dado frutos positivos a ojos de la coalición que se pregunta «¿cuál ha sido el resultado de esta política? ¿Hay menos menores? ¿Están mejor atendidos? ¿Se han repatriado?» y que se autorresponde que «el resultado es un rotundo fracaso. Sin paliativos.»
Para Caballas «todo ha quedado en meras proclamas de consumo interno sin incidencia alguna en el curso de los acontecimientos. Hay más menores que nunca. Están peor atendidos. Las instalaciones ‘provisionales’ (que conociendo la forma de funcionar del Gobierno durarán treinta años) son una auténtica vergüenza impropia de una Ciudad moderna que gestiona trescientos millones anuales». Asimismo los localistas recuerdan «que se trata de una competencia que la Ciudad debe ejercer de manera obligatoria«.
Por todo lo expuesto, Caballas señala que «ha llegado el momento de reconocer errores, corregir y hacer las cosas bien» y, con esa intención, propondrá en el próximo Pleno que se incluya en el próximo Presupuesto de la Ciudad «la dotación económica para la construcción de un Centro de Menores que reúna condiciones y equipamientos para atender con dignidad a este colectivo»; que se amplíe y consolide «la plantilla del Área de Menores para cumplir las obligaciones derivadas de la Ley del Menor»; y que se lleve a cabo el diseño de «un proyecto integral de atención a los menores extranjeros que contemple todos los aspectos relacionados con su formación e integración social«.