El portavoz de Caballas, Juan Luís Aróstegui ha criticado el informe en que se ampara la Ciudad relativa a que los parados ceutíes ocupen los puestos de trabajo que generan las obras de la Ciudad encargadas a Tragsa.
Aróstegui ha afeado al Gobierno que se nieguen a dar una explicación, señalándoles que «viven en una burbuja alejada de la realidad respecto al problema del paro cronificado».
Hay gente pasándolo mal, a la que sólo les queda el plan de empleo, sugirió el diputado por Caballas y «ustedes podrían ocuparse y preocuparse». Aróstegui llamó al Ejecutivo a comprometerse porque no entendía confesó cómo «no quieren que Tragsa contrate a ceutíes» porque la empresa viene aquí a «hacer caja y son ustedes los que impiden que contraten a gente de aquí». Y además las obras las ejecutan «mal».
La Consejera de Economía y Hacienda, Kissy Chandiramani, replicó que «Tragsa dispone de sus propios criterios de selección conforme a la ley» y que acuden alSEPE para contratar. De los 145 puestos generados por Tragsa, desglosó la consejera, 129 corresponden a trabajadores ceuties: 93 contratados por SEPE, 22 son ex empleados y 30 son vacantes cualificadas publicadas por la empresa porque en SEPE «no existe ese personal». Chandiramani le espetó a Aróstegui que lanzaba soflamas y que mentía ya que esos «chalecos amarillos corresponden a gente de Ceuta muy conocida».
Chandiramani comentó que Tragsa lleva un 30 por ciento de licitaciones y el resto de obras se licitan y ayudan a combatir el paro. «Tragsa es una empresa pública con interés general», señaló Chandiramani y son obras avaladas por los informes de «arquitectos e ingenieros técnicos» donde se justifica el presupuesto de dichas obras.
Aróstegui le ha expresado el descontento popular por el resultado estético de las obras y que así no se solucionan los problemas de Ceuta.