La Ciudad prepara su propuesta de desarrollo de la red de transporte de energía eléctrica, enmarcada en la planificación estatal para 2021-2026, contando para ello con el asesoramiento de la Junta de Andalucía mediante la Agencia Andaluza de la Energía, que depende de la Consejería de Hacienda, Industria y Energía.
Esta colaboración está encuadrada en el Protocolo General de Colaboración firmado en marzo por los presidentes de la Ciudad y de la Junta. En cuanto a la propuesta propiamente dicha, que insta a una ejecución no más allá de 2021, incide en la necesidad de priorizar la interconexión, mediante un cable submarino, entre la península y Ceuta a través de Andalucía con un eje de doble circuito de 132 kV que conecte la nueva subestación Portichuelos, en el municipio de San Roque (Cádiz), y la nueva subestación Ceuta, en la ciudad homónima.
El Ministerio para la Transición Ecológica, dentro del proceso abierto para la planificación de infraestructuras eléctricas en todo el Estado, ha concedido un plazo de tres meses -expira el 2 de junio- a autonomías y promotores de nuevos proyectos de generación eléctrica y nuevos suministros para que realicen propuestas de desarrollo de las redes de transporte de energía eléctrica y aporten la información necesaria para elaborar dicha planificación.
La conexión de cable eléctrico submarino es un proyecto singular
Esta conexión eléctrica submarina, considerada por Red Eléctrica de España como un proyecto singular, debido a que sus características de diseño, configuración, condiciones operativas y técnicas constructivas difieren y superan los estándares habituales empleados en el sistema eléctrico nacional, tiene un coste de 150 millones de euros y ya estaba incluida dentro de la anterior planificación, aunque ésta todavía no se ha llevado a cabo.
Esta actuación mejorará la seguridad y la continuidad del servicio en el sistema ceutí y supondrá un importante ahorro de costes al sistema eléctrico debido a que la generación actual en Ceuta es todo con motores diésel. Adicionalmente permitiría la equiparación del consumidor de la Ciudad Autónoma con el peninsular, eliminando las actuales diferencias en el coste de la energía eléctrica para ambos.