Hace dos días tres de las redes sociales más populares del mundo sufrieron la caída más importante de los últimos tiempos: Instagram, WhatsApp y Facebook. A esta tenemos que añadir el servicio Messenger de Facebook, así como otras variantes como el Lite. Además, servicios como Tinder o Spotify, con inicios de sesión ligadas a la red social azul, también se vieron afectadas.
La compañía de Mark Zuckerberg, que tiene bajo su paraguas a las tres principales redes sociales, apuntó en un comunicado que los fallos en el sistema fueron debidos a «un cambio en la configuración del servidor». De esta manera, la empresa salía al paso de los rumores que apuntaban a un posible ataque informático DDoS, que consisten en saturar web con una enorme cantidad de tráfico malintencionado.
Algunos periódicos creen que la caída podría ser consecuencia de los trabajos que se estarían haciendo según The New York Times, para la unificación de los tres servicios de mensajería. A finales de enero, el periódico estadounidense publicaba una exclusiva en la que trabajadores de la compañía explicaban que se planteaba integrar WhatsApp, Instagram y Mesenger. Para esto, los informáticos tendrían que estar «reconfigurando el funcionamiento de las plataformas en su nivel más básico».
Las consecuencias de esta caída fueron problemas con el acceso y la publicación de contenidos. Las acciones de la empresa cayeron un 3% en Wall Street y Telegram, la principal competencia dirigida por Pável Durov, ganó 3 millones de usuarios en 24 horas.