A partir del 1 de enero de 2025, la edad mínima para acceder a la jubilación anticipada en España aumentará a 62 años y 8 meses. Esta modificación se enmarca en las reformas diseñadas para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones y responde a los retos demográficos que enfrenta el país.
El próximo año traerá un cambio importante para los trabajadores que planeaban retirarse antes de la edad ordinaria de jubilación. Desde el 1 de enero de 2025, la edad mínima para acogerse a la jubilación anticipada pasará a ser de 62 años y 8 meses, lo que representa un incremento respecto a los actuales 61 años. Esta medida forma parte de las reformas impulsadas para ajustar el sistema de pensiones a las exigencias económicas y demográficas actuales.
La nueva edad mínima afectará especialmente a aquellos trabajadores con carreras largas o en empleos de alta penosidad. Aunque se mantiene la posibilidad de adelantar la jubilación con penalizaciones proporcionales, los requisitos para acceder serán más estrictos, incluyendo un mayor número de años cotizados. El objetivo es desalentar el retiro temprano, favoreciendo que los ciudadanos prolonguen su vida laboral.
El cambio busca alinear la edad de jubilación anticipada con la esperanza de vida y las recomendaciones de la Comisión Europea, en un contexto en el que el envejecimiento de la población supone una presión creciente sobre el sistema de pensiones. Según fuentes del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, la reforma pretende garantizar la sostenibilidad económica del sistema y ofrecer una mayor equidad entre generaciones.
Sin embargo, esta medida ha generado controversia. Los sindicatos han advertido que podría penalizar a trabajadores de sectores con condiciones laborales especialmente duras o con problemas de salud derivados de largas trayectorias laborales. En respuesta, el Gobierno ha señalado que se establecerán excepciones para colectivos vulnerables, como aquellos en empleos de alta penosidad o con discapacidades reconocidas.
Los expertos en planificación financiera han subrayado la importancia de que los trabajadores se preparen para estos cambios. La nueva edad mínima podría influir significativamente en las decisiones sobre ahorro y jubilación en los próximos años.
Con esta reforma, España sigue la tendencia de otros países europeos que han incrementado las edades de jubilación anticipada y ordinaria para adaptarse a los desafíos demográficos y garantizar la sostenibilidad de sus sistemas de pensiones.