El desafío de los menores no acompañados en Canarias
La llegada masiva de menores no acompañados a las Islas Canarias ha puesto en jaque la capacidad de respuesta de la región. Con más de 5,600 menores bajo su cuidado, el sistema de acogida está al borde del colapso. Esta situación ha llevado al vicepresidente del Gobierno regional, Manuel Domínguez, a exigir una intervención urgente por parte del Gobierno central.
Un llamado a la acción
Domínguez ha sido claro en su mensaje: «Canarias no puede soportar esta carga sola». Ha solicitado que se realice un reparto equitativo de los menores entre las distintas comunidades autónomas de España. Sin embargo, hasta ahora, las negociaciones con el Ejecutivo de Pedro Sánchez no han dado frutos concretos.
Medidas propuestas
- Reubicación de menores: Domínguez propone que otras comunidades autónomas asuman parte de la responsabilidad, aliviando así la presión sobre Canarias.
- Incremento de recursos: Se requiere un aumento significativo de los recursos financieros y humanos para gestionar adecuadamente la situación actual.
- Cooperación internacional: Establecer acuerdos con países de origen para prevenir la migración de menores no acompañados.
Impacto social y económico
El impacto de esta crisis no solo es humanitario, sino también social y económico. Las infraestructuras de acogida están saturadas, lo que afecta la calidad de vida de los menores y la capacidad de integración en la sociedad canaria. Además, el coste económico de mantener a estos menores es significativo, lo que representa un desafío adicional para el presupuesto regional.
Conclusión
La situación de los menores no acompañados en Canarias requiere una respuesta coordinada y efectiva. La demanda de Manuel Domínguez al Gobierno central es clara: se necesitan acciones inmediatas para evitar un colapso total del sistema de acogida. Solo a través de la cooperación y el compromiso conjunto se podrá encontrar una solución sostenible a este desafío humanitario.