El FC Barcelona enfrenta uno de los mayores desafíos de los últimos tiempos. A solo unas horas de finalizar el año, la entidad azulgrana se encuentra sin soluciones concretas para inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor, debido a las limitaciones impuestas por el control económico de LaLiga. Según la entidad presidida por Javier Tebas, el club no ha presentado alternativas viables que permitan cumplir con la normativa y registrar a los jugadores a partir del próximo 2 de enero.
Sin tiempo y con opciones agotadas
Joan Laporta, presidente del Barça, intentó hasta último momento inscribir a Dani Olmo, fichado el pasado verano por cerca de 60 millones de euros. Sin embargo, los esfuerzos no han dado resultado, y el centrocampista podría quedar libre si no se encuentra una solución en las próximas horas. A pesar de que el Barcelona negó haber solicitado una moratoria a LaLiga, trascendió que el club solicitó a la RFEF una nueva licencia para Olmo y Pau Víctor.
En el caso de Pau Víctor, quien no cuenta con una cláusula de liberación, la única opción sería una cesión a otro club, dado que su inscripción parece igualmente imposible.
La última palanca y los viajes de Laporta
Laporta, junto con el vicepresidente Rafa Yuste y el tesorero Ferran Olivé, se reunió este 31 de diciembre en las oficinas del estadio para intentar cerrar una operación económica que permita salvar la situación. El Barça presentó documentación sobre la venta de palcos VIP del Camp Nou, una maniobra que buscaba generar ingresos necesarios para cumplir con las exigencias de LaLiga. Sin embargo, según Tebas, ninguna de las alternativas cumple con los requisitos del control financiero.
Durante los últimos meses, Laporta viajó a varios países de Oriente Medio en busca de nuevos socios, un esfuerzo que, hasta ahora, no ha rendido los frutos esperados. Mientras tanto, Dani Olmo se ejercitaba en la Ciutat Esportiva con el resto del equipo bajo la dirección de Hansi Flick, quien prepara el próximo partido de Copa contra el Barbastro.
La vía judicial: un intento fallido
En un esfuerzo desesperado, el Barcelona intentó recurrir a la vía judicial, pero obtuvo un doble revés. El viernes, el club presentó un recurso alegando el derecho al trabajo de Olmo y Pau Víctor, argumentando que podía utilizar el dinero restante del salario de Marc-André ter Stegen, lesionado, para inscribir a ambos jugadores. Sin embargo, la solicitud fue rechazada.
Posteriormente, el Barça acudió a un Juzgado de Primera Instancia con el objetivo de ganar tiempo mediante una medida cautelar. En su demanda, el club argumentó que la Comisión Delegada de LaLiga no tenía competencias para establecer la normativa presupuestaria, pero este argumento también fue desestimado.
Aval personal: la última carta
Con el tiempo en contra, la última opción que quedaría sería recurrir al aval personal de algunos miembros de la junta directiva, una medida que la directiva buscaba evitar a toda costa. Siscu Pujol, un miembro clave que ya avaló en 2021, podría desempeñar nuevamente un papel crucial si se opta por esta vía.
El impacto en el Barça
El fracaso en la inscripción de Olmo y Pau Víctor no solo tendría consecuencias deportivas, sino que supondría un golpe devastador para la credibilidad de la gestión de Laporta y su equipo. Con las elecciones a la vuelta de la esquina en 2025, este episodio podría convertirse en un importante punto de debate sobre la estabilidad económica y deportiva del club.
Mientras tanto, los aficionados esperan con incertidumbre las próximas horas, en las que el Barça deberá tomar decisiones cruciales para evitar un desastre que afecte tanto en el campo como en los despachos.