El periodista Carlos Herrera ha lanzado una contundente crítica sobre la reciente subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE). El incremento del 4,4% eleva la cuantía a 1.184 euros mensuales por catorce pagas, beneficiando a unos 2,5 millones de trabajadores. Sin embargo, la decisión del Ministerio de Hacienda de hacer tributar este nuevo SMI en el IRPF ha desatado la polémica y el descontento en varios sectores políticos y sindicales.
Herrera, en su programa en la Cope, denunció que esta subida de 50 euros mensuales no será tan beneficiosa como parece debido a los impuestos: «Va a aprobar la subida del salario mínimo, 50 euros al mes, 700 en total, pero claro, ¿dónde está la bolita? En que Hacienda, de esos 50 euros al mes, se quiere llevar 21». Según su análisis, el 42% del aumento será absorbido por la tributación, reduciendo significativamente el impacto real en los bolsillos de los trabajadores con menores ingresos. «Esto tenía truco, ya se veía», advirtió el comunicador.
Enfrentamiento entre ministerios
La medida ha generado tensiones entre los Ministerios de Trabajo y Hacienda. Mientras que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, defiende que el SMI no debería tributar para evitar cargas fiscales sobre los trabajadores con menores ingresos, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se ha mostrado firme en su decisión de aplicar la tributación. Montero argumenta que «la mayor parte de los trabajadores que ganan el SMI seguirán sin sufrir retenciones por el IRPF».
Díaz, por su parte, expresó su malestar al descubrir la medida a través de la prensa y no por una comunicación interna con Hacienda. En rueda de prensa, señaló que «hacer pedagogía fiscal está bien, pero empezando por los de arriba, no por los de abajo».
Reacciones políticas y sindicales
El Partido Popular y Sumar han coincidido en rechazar que el SMI tribute en el IRPF, y han iniciado movimientos en el Congreso para impedirlo. Sumar ha registrado una proposición de ley con el objetivo de garantizar la exención del SMI en este impuesto, insistiendo en la necesidad de un sistema impositivo progresivo que no afecte a quienes menos ingresos tienen.
Los sindicatos CCOO y UGT, que acordaron la subida con el Ministerio de Trabajo sin el respaldo de la patronal, han expresado su preocupación por la decisión de Hacienda. La CEOE, por su parte, había propuesto una subida menor, del 3% al 3,4%, y rechazó el acuerdo final.
La medida, con efectos retroactivos desde el 1 de enero de 2025, mantiene el debate abierto en torno a su impacto real y la conveniencia de que los trabajadores con el salario más bajo deban tributar en el IRPF.
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