El presidente de la Generalitat enfrenta crecientes presiones tras confirmarse que no estuvo en el Cecopi cuando se envió la alerta a la población
La polémica en torno a la gestión de la catastrófica Dana del pasado 29 de octubre, que dejó 227 víctimas mortales en la provincia de Valencia, ha vuelto a reavivarse con la reciente información facilitada por la Generalitat al juzgado de Instrucción 3 de Catarroja. Según la documentación aportada y confirmada por el propio Carlos Mazón, el presidente de la Generalitat no se encontraba en el Cecopi en el momento en que se envió la alerta de emergencia a la población a las 20:11 horas, sino que llegó al centro a las 20:28, 17 minutos después del envío del mensaje.
Hasta ahora, la versión oficial había sostenido que Mazón llegó al Cecopi alrededor de las 19:00 o 19:30 horas, dejando implícito que estaba presente cuando se tomó la decisión de enviar la alerta. Sin embargo, la nueva información publicada por la Generalitat desmiente esta narrativa, lo que ha provocado una ola de críticas desde la oposición y dentro del propio Partido Popular.
La falta de transparencia ha generado dudas sobre la credibilidad del presidente autonómico. Mazón insistió en que nunca mintió, alegando que siempre se mencionó su llegada «a partir de las siete y media de la tarde». No obstante, los matices en su discurso han sido interpretados por la oposición como un intento de confundir a la opinión pública.
El debate sobre la dimisión y la presión dentro del PP
Las reacciones no se han hecho esperar. Desde Compromís, el síndic Joan Baldoví criticó la contradicción en las declaraciones de Mazón: «Después de las siete no son las 20:28. Después de las siete son las 19:20 o las 19:25, pero no las 20:28». En la misma línea, desde el Congreso de los Diputados, formaciones como Sumar, Compromís y ERC han exigido su dimisión, mientras que el PSOE ha reclamado su cese inmediato por «engañar a la ciudadanía».
Pero las críticas no sólo provienen de la oposición. En el seno del PP, la gestión de Mazón comienza a ser vista como un problema que podría afectar a la estabilidad del partido en la Comunidad Valenciana. El propio líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, se mostró cauto sobre el futuro de Mazón al recordar que su continuidad estará ligada a la valoración de los ciudadanos: «Dirán los valencianos en los próximos meses qué nota le dan al señor Mazón».
Un futuro incierto en plena crisis política
A medida que avanza la investigación judicial, el debate sobre la dimisión de Mazón cobra fuerza, mientras la dirección nacional del PP evalúa los daños que la situación podría generar de cara a futuras elecciones. En paralelo, el presidente autonómico deberá afrontar una serie de retos clave en las próximas semanas, como la negociación de los Presupuestos autonómicos, la celebración de las Fallas y la consulta sobre la lengua base en la comunidad.
Por el momento, Mazón insiste en su versión y se resiste a dimitir, pero el clima político sugiere que su permanencia en el cargo podría estar en la cuerda floja.
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