BPW son las siglas de la Federación Internacional de empresarias y profesionales Business Professional Women, una organización no gubernamental fundada en Ginebra en el año 1930 por la Dra. Lena Madesin Phillips. Es la organización más grande del mundo de mujeres empresarias y profesionales.
Pues bien, esta entidad la preside en Ceuta la Economista Sony Lalwani y, bajo esa denominación internacional, se ha creado en nuestra ciudad el llamado Club de Mentores, personas que ponen sus conocimientos y sobre todo sus experiencias a disposición de los profesionales de cualquier sector, para aportar esa importante faceta, tan importante en la vida diaria. Sony Lalwani, formada en esta especialidad a través de su participación en el programa “Mujeres con S” del Banco de Santander y en el Colegio de Economistas de Ceuta, fue invitada del Rotary Club de Ceuta el pasado martes acompañada por la Vice-presidenta de BPW en
esta ciudad, Fatiha Lahasen.
El objeto del encuentro durante una de las reuniones de la conocida asociación ceutí en el Parador hotel La Muralla, era destacar la figura del mentor representada en este caso por Carmela Figuerola Barrón que, a través de la Agencia Partida, adquirió una importante experiencia que serviría no solo para el desarrollo de esta empresa, sino también para la formación de sus familiares y empleados. Desde su fundación en 1987, el Rotary Club a nivel internacional fue integrado por hombres, hasta que tras algunos años, se admitieron mujeres y la primera de Ceuta y de las primeras de España fue precisamente Carmela Figuerola Partida.
Cuando tras las intervenciones de Fatiha Lahasen y la más extensa de Sony Lalwani habló Carmela Partida, pudimos saber como
desarrolló su actividad esta mujer extraordinaria de 90 años. Explicando sus experiencias, dijo que ingresó en el Rotary de Ceuta hace más de 30 años y siempre estuvo en primera fila de todas las iniciativas del activo club ceutí, recordando acciones y viajes en los que intervino.
Desde el punto de vista empresarial, su labor en la empresa familiar fue decisivo cuando, igualmente en esos tiempos, la mujer no solía ocupar cargos directivos, pero sin embargo ella llevó a cabo gran parte de una actividad enmarcada en el mundo de transportes y aduanas. Su lema fue siempre la confianza en el futuro y ver las cosas desde un punto positivo.
Contestando preguntas, aconsejó a la mujer que se iniciara en una empresa que trabajara duro para hacerse indispensable porque,
de esa forma, se valoraría su trabajo, comprendiendo todos que era imprescindible para asegurar el futuro de la citada empresa. En fin, una velada agradable y con alta participación de miembros de Rotary e invitados que no querían perderse conocer el Club de
Mentores y, sobre todo, profundizar en la destacada figura de Carmela Figuerola Partida.