El Partido Popular ha votado en contra de la moción de censura al Gobierno de PSOE y Unidas Podemos que ha llevado Vox al Congreso de los Diputados. El líder de los populares ha pronunciado un discurso que ha pillado a algunos por sorpresa y en el que ha cargado con dureza contra Santiago Abascal a quien acusa de hacer «imposible la convivencia»
Había cierta expectación por conocer el secreto político mejor guardado de estas últimas 48 horas: el sentido del voto del Partido Popular en la moción de censura al Gobierno de PSOE y Unidas Podemos que ha Vox ha llevado al Congreso. Que no la iba a secundar era prácticamente una certeza, pues ya declinó capitanearla en su momento. La disyuntiva estaba entre la abstención y el no.
En su turno de intervención, Pablo Casado, líder del PP, ha aclarado el misterio y, de paso, ha respondido a Abascal “por primera vez en dos años” tal y como él mismo ha reconocido. El PP no se ha andado con tibiezas esta vez con Vox: vota en contra de su moción de censura y le reprueba que con este movimiento le ha dado “un bonus-track” al Gobierno de coalición.
“Votaremos no a su candidatura para presidir el Gobierno de España. Y votaremos no porque decimos no a la ruptura que usted busca; no a la polarización que usted necesita, como Sánchez; no a esa España a garrotazos en blanco y negro, de trincheras, ira y miedo; no a ese engendro antiespañol que también patrocinan ustedes, esa antipolítica cainita, de izquierda o de derecha destinada a hacer que los españoles se odien y se teman. Decimos no a su moción porque decimos no a Sánchez y a sus socios, los visibles y los que están en la sombra, que es usted”, así lo ha expresado Casado mientras se dirigía al líder de Vox.
Con este voto negativo que ha seguido todo el partido, incluida la díscola Cayetana Álvarez de Toledo que dijo públicamente que el PP debía abstenerse, los azules se desmarcan de Vox y se colocan, en palabras del propio Casado, en la “España moderada”.
«Sr. Abascal, usted no da ninguna batalla por las ideas, usted tiene como única idea la de arrastrar a los españoles a una batalla. Igual que Sánchez e igual que sus socios. Forma parte de ese desgarro nacional, actúa y vive para eso: para enfrentar a la sociedad, para hacer imposible la convivencia» le ha espetado Casado a Abascal.
Habrá que ver en qué se traduce este giro del PP en las autonomías en las que gobierna sostenido por Vox, incluida la Ciudad Autónoma de Ceuta.
A tenor del lenguaje escuchado y del manifiesto firmado contra la derecha por la izquierda marxista, socialista y comunista, por los filo etarras de Bildu, por los separatistas de Esquerra, de PNV, de JxCat, de Más País, PSOE y Podemos lo que da miedo es la España que viene. Una España en manos de los citados, excluyendo a cualquier formación que no comulgue con los presupuestos de los citados. En todo este maremagnum de siglas antipatriotas, marxstas, separatista y neoterroristas la España que conocemos y amamos se vendrà abajo como un castillo de naipes y quienes sacarán réditos, como en Francia, serán los movimientos separatistas musulmanes que se instalarán en España. Macron denuncia la amenaza separatista musulmana (ABC, 04, 2020). En la moción de censura se ha pasado de puntillas por los millares de africanos que han llegado a Canarias desde primeros de año: 10.000 en números redondos. Solo se han escuchado decir hasta la saciedad expresiones tales como: fascistas, miedo, racistas, extrema derecha y derecha extrema, nazis, escoria fascista, por parte de la chusma izquierdista, neoterrorista, separatista, independentista y republicana. Han recordado la República como un ideal, y en verdad fue una pura basura de atentados, fusilamientos, crímenes de sacerdotes, monjas, obispos y seminaristas, y violación de tumbas (de ahí le viene a Sánchez la costumbre de violar tumbas). Durante la REPRESIÓN DE LA REPÚBLICA CONTRA LA IGLESIA SE QUEMARON UN CENTENAR DE IGLESIAS Y CONVENTOS. SOLO EN MADRID, MURIERON 457 SEMINARISTAS Y SACERDOTES. Recuérdense los fusilamientos de Paracuellos. «Paracuellos. Una verdad incómoda», de Julián Ruiz: Carrillo, Consejero de Orden Público de la Junta de Orden Pùblico de Madrid, cuando el Gobierno huyó a Valencia, «FACILITÓ EL NECESARIO APOYO LOGÍSTICO Y POLÍTICO PARA LOS CRÍMENES». ¿Idealizar la República Española? Lean, lean. Menos lobos. Esta es la España futura. (22 oct, 22:228)