A través del presente escrito, CCOO quiere trasladarle la justificada indignación que embarga al conjunto del profesorado de nuestra Ciudad en relación con la gestión de un elemento esencial de sus relaciones laborales como es la correcta percepción de sus retribuciones. Nadie puede entender que algo tan básico, que durante décadas no ha ocasionado ningún problema, y que no afecta a otros ámbitos de la Administración General del Estado (todos los funcionarios perciben sus nóminas bien elaborados y en los plazos previstos), se esté prolongando, ya por sexto mes consecutivo ante una pasividad, o incompetencia, en cualquier caso intolerables.
Este mes, según se dice por un error sin identificar, se han abonado las nóminas del mes pasado. Se podría aducir que “un error puede cometer cualquiera”. Y es verdad. Pero la incomprensión deviene en una reiteración tan prolongada que trasciende a otro concepto. Le haremos un (muy) breve resumen. Los funcionarios interinos sustitutos (contratados temporales y colectivo más vulnerable) cobra según la “ruleta de la fortuna”, es decir, cada mes se le ingresa una cantidad de origen indescifrable (fragmentos de contratos unidos o dispersos aleatoriamente, con o sin pagas extraordinarias según nadie sabe qué y todos sin percibir el “complemento de función tutorial” que sí perciben el resto de profesores). Aquellas nóminas que registran alguna incidencia llevan meses de espera, porque la administración solo llega a gestionar las nóminas “que se repiten” (más tarea administrativa parece inasumible).
Cuando todo esto empezó (era el mes de diciembre del año pasado) se nos explicó que “habían cambiado el programa informático” y que “estaba dando problemas”. Y lo creímos, al fin y al cabo se trataba de una excepción. Al mes siguiente el problema era que “no había personal” (no debía ser muy complicado solucionarlo, pensamos). Cuando sí había personal, resulta que “no conocen el funcionamiento del programa” (se “impuso” a toda la plantilla hacer un cursillo, pero aquello parecía más una broma que una decisión cabal). Cuando había algún personal, y al menos una persona se estaba encargando de hacerlo, la Directora Provincial pensó que lo ideal era cesarla cuanto antes, y así se hizo, dejando desmantelado el negociado otra vez. Ahora dicen que “el fallo está en Madrid”, que al parecer hace mal las nóminas de Ceuta e impecablemente las de Melilla. No hace falta argumentar en exceso para deducir que esta es una situación inadmisible e insoportable que debe ser solucionada de inmediato.
Es por ello que le solicitamos una reunión, con la mayor urgencia posible, para encontrar una solución definitiva que devuelva una normalidad a la gestión de la administración del MEFP que nunca se debió perder.