Desde Comisiones Obreras se ha denunciado la falta de personal y organización en la sanidad ceutí desde el comienzo de la pandemia y han recordado que los culpables no son los sanitarios, por lo que han pedido a la población que las posibles quejas se hagan por los trámites correspondientes y no al personal sanitario.
Comisiones Obreras ha recordado que la asistencia a crónicos, pacientes oncológicos, personas pendientes de cualquier tipo de intervención quirúrgica no puede ser eclipsada por la pandemia. Desde el sindicato han afirmado que «cuando se trata este nivel asistencial automáticamente se menciona como indicador simbólico global el de las listas de espera y ya en notas de prensa anteriores nos hemos preguntado si las listas de espera para atención especializada han desaparecido».
Desde el sindicato piden que el INGESA sea transparente y comunique la demora de cada especialidad y las decisiones tomadas en aras del afrontamiento del covid-19 y quieren «exponer la realidad de la atención especializada».
Si hay un servicio crítico para la federación de sanidad y sectores sociosanitarios de Comisiones Obreras, ese es la UCI. Tiene 7 camas, tipo boxes que actualmente están dedicadas a los pacientes con COVID y han asegurado desde el sindicato que «si están ocupadas 7 camas, la ocupación es del 100%.» ya que «el plan de contingencia contempla el servicio de reanimación como una ampliación de la UCI, es algo lógico sin embargo también hay que decir que esa ampliación no ha ido acompañada de un aumento del número de facultativos, que atienden a los pacientes ingresados como intensivos». Según CCOO, esta modificación conlleva además consecuencias para los pacientes de cirugía mayor ya que la función de la reanimación es precisamente acoger a los pacientes que finalizan esa cirugía, por lo que se programan menos intervenciones quirúrgicas, y el usuario tendrá que esperar más.
El sindicato ha afirmado que la plantilla es de 6 intensivistas y hay 4 actualmente. Este déficit de intensivistas hace que la frecuencia con la que hacen guardias sea menor, han denunciado, «lo que repercute en su descanso semanal, en el estrés y en el desgaste de estos profesionales. Se conculcan los derechos de los trabajadores en cuanto a sus descansos preceptivos, y pone en riesgo a los usuarios con facultativos agotados. Por si fuese poco en breve se va de traslado uno de los intensivistas y tendrán que recurrir, bien a facultativos de anestesia, bien a otros facultativos, con lo que se desviste un santo para vestir a otro».
Denuncia que, según el sindicato, es aplicable a enfermería, técnicos en cuidados de enfermería, celadores, etc.
Pero este no es el único problema para Comisiones Obreras, ya que, han afirmado que, además, los servicios de quirófano y pruebas especiales también se ven afectados ya que los anestesistas los sustitutos de los intensivistas y, si llega el momento en que los anestesistas tienen que atender pacientes COVID por ampliarse la UCI, no podrán además atender las cirugías.
Además, a través de un comunicado, la federación de sanidad de Comisiones Obreras afirma que la teleasistencia es una actividad con grandes límites en sanidad y recuerda «la importancia de la valoración y atención directas», que hacen que esta modalidad de asistencia no sea práctica ya que, en la mayoría de las ocasiones, al paciente se le llama por teléfono para, finalmente, tener que programarle una cita física. Además, han denunciado que, como durante un tiempo no han estado funcionando las consultas externas al ritmo habitual, existe una Bolsa de revisiones, que se han eliminado administrativamente de un plumazo.
Según CCOO, «EL INGESA no da la cara y se responsabiliza de esta situación, y quienes lo pagan son los trabajadores, que son quienes reciben las reclamaciones por la organización de la Dirección/Gerencia». Denuncian que no se han dado instrucciones precisas de cómo se tiene que desarrollar la teleasistencia, ni se ha informado adecuadamente a la población de cómo se va a desarrollar este tipo de asistencia y recuerdan que «es obligación de la Dirección organizar y aportar instrucciones a sus trabajadores y no echarlos al ruedo sin capote”.
La detección de casos positivos pasa necesariamente por el laboratorio, sólo hay un microbiólogo y, aunque, se ha reforzado el servicio con algunos técnicos de laboratorio, desde el sindicato critican que, el aparato de PCR es único, si se utiliza a destajo para COVID, no se tiene para el resto de PCRs que también son necesarias en la atención de otras enfermedades.
CCOO denuncia, además, que «tanto la Enfermería Técnicos en cuidados de enfermería, celadores, personal administrativo y lavandería están sobrecargados a todos los niveles en la mayoría de los servicios, y sin la excusa de que no hay disponible personal para contratar».
En el servicio de Urgencias, por otra parte, denuncian que, «tanto el bloqueo de derivaciones, como la desastrosa situación en Atención Primaria, implican que progresivamente las urgencias hospitalarias y de primaria se van sobrecargando. A pesar de la que está cayendo, en servicio de urgencias del hospital universitario hay al menos 9 facultativos encadenando contratos en precario, de corta duración, otros tantos enfermeros y faltan, Técnicos en cuidados de enfermería, así como celadores, de estas dos últimas categorías profesionales ni siquiera se cubre las vacantes que aparecen en la plantilla orgánica y todo esto habiendo personal disponible en bolsa para ser contratado».
Para el sindicato, la situación se resume en que «no han hechos los deberes, ni desde el INGESA en Madrid, ni lo gestores a nivel local. NO se aprovechó el confinamiento para fortalecer y organizar nuestro sistema sanitario para lo que sabíamos que se avecinaba. Con la segunda ola no pueden decir que es que “es una situación nueva e imprevisible”. No se puede decir ahora “no hay médicos” cuando ni siquiera se buscaron durante el confinamiento y la desescalada, y mientras, se ofertan contratos laborales en muchos casos inadmisibles, con el fin de ahorrar a cualquier precio. Faltan enfermeros, TCAE, celadores, auxiliares administrativos y de otras muchas categorías que habiendo personal disponible en bolsa de trabajo NO son contratados por la política cortoplacista, en cuanto a recursos humanos, aplica el ministerio de sanidad para nuestra ciudad. Hay que DEJAR CLARO QUE, EN ABSOLUTO, NINGÚN TRABAJADOR DEL INGESA ES EL RESPONSABLE DE ESTA SITUACIÓN. Es más, Este sindicato venía anunciando -desde hace años- la debacle que se aproximaba (tanto en Atención Primaria, como en Especializada, con la fuga constante de especialistas y la falta de enfermeros, auxiliares de enfermería, celadores, administrativos, etc., así como por las malas condiciones de trabajo, y los contratos precarios) que se ha visto anticipada y empeorada con la aparición de esta pandemia».
CCOO, recuerda que el personal del INGESA «sufre junto con el paciente la mala gestión llevada a cabo, y ve con preocupación qué va a pasar si no se pone remedio de forma inmediata».
Por todo lo anterior, reiteran su petición de que «cuando sientan que la atención es insuficiente o deficiente enfoquen sus quejas a los libros de reclamaciones no al compañero que hace lo posible para que un sistema con recursos insuficientes y en medio de una pandemia funcione. Por favor canalicen sus protestas a través de reclamaciones, prensa, pero sean conscientes de que nosotros no solo no somos los responsables del colapso de la sanidad de Ceuta, sino que también lo sufrimos«.