Durante el día de hoy sindicatos, Colegio de Médicos, partidos políticos y el propio INGESA han condenado la agresión sufrida por el personal del 061 que acudió a prestar servicio en un domicilio de la ciudad en el día de ayer.
Sin embargo, pese a que todas las entidades que han condenado este suceso han hablado de propuestas y medias para evitar que vuelva a darse una situación así, prácticamente ninguna ha tratado de buscarle explicación a lo ocurrido. No es el caso de Comisiones Obreras de Ceuta. El sindicato además de enumerar todas las propuestas que tiene para mejorar la seguridad del personal sanitario también ha querido incidir en un detalle, que hoy a todo el mundo parece que se le ha escapado, pero que podría ser una de las claves del aumento de las agresiones sanitarias: la ratio profesionales sanitarios / pacientes.
«Hay un factor que nos parece especialmente crítico a la hora de abordar esta lacra. Ceuta se mantiene con la peor ratio de profesionales de todo el sistema nacional de salud en casi todas las categorías. Contamos con el menor número (por población) de médicos de familia, pediatras, especialistas, enfermeras... La población debe ser consciente de que en la enorme mayoría de las ocasiones el retraso en la atención, la poca duración de las consultas, la falta de medios, etc., son causas ajenas a los trabajadores que son los primeros que intentan paliar con su sobreesfuerzo la falta de personal y medios» señala el sindicato en su comunicado.
SATSE también se ha quejado de la ratio en otras ocasiones
El Sindicato de Enfermería de Ceuta (SATSE) también ha denunciado públicamente, en otras ocasiones, el problema de la ratio altísima que tienen que soportar los enfermeros y las enfermeras de Ceuta y la frustración que acarrea tanto para los profesionales de la salud como para los pacientes.
No es que esta sea la única causa que propicia el clima actual de crispación entre una parte de la población y los profesionales sanitarios, pero sí que, como poco, ayuda a entenderlo.
Finalmente, CCOO también ha querido transmitir sus propuestas para la mejora de la seguridad de los profesionales sanitarios:
«Un completo sistema de videovigilancia y de dispositivos de alarma interna lo más generalizado posible. Coordinar con los cuerpos de seguridad para que todos los centros sanitarios sean considerados dispositivos de especial vigilancia con la presencia lo mas permanente posible de fuerzas de seguridad. Una total asequibilidad del interlocutor policial de tal forma que, cualquier equipo de centros de salud o de servicios de urgencia, ante la sospecha de posibilidad de situación conflictiva, puedan requerir la presencia previa de agentes de la autoridad en el momento de acudir a algún domicilio. Un mayor número de vigilantes de seguridad dotados de medios para hacer frente a personas armadas. Continuar en la formación del personal, iniciar campañas públicas de concienciación…».