Publicado por CCOO y UGT
Las instrucciones que, saltándose a todas las Organizaciones Sindicales, impuso el señor Serrano el día 15 de marzo sobre el funcionamiento de los Servicios Postales, además de un absoluto despropósito, hacían caso omiso del Real Decreto (RD) del estado de alarma del día 14 en el que el Gobierno daba instrucciones muy claras y tajantes sobre el carácter de los servicios públicos a prestar y el nivel de protección exigido para con los trabajadores/as.
El presidente de Correos despreció las propuestas sindicales (coherentes con el RD) de CCOO y UGT en las que llamábamos a priorizar el papel de Correos como un servicio público con implantación en todo el Estado para ponerlo a prestar servicios esenciales y útiles a la ciudadanía confinada, tales como medicamentos, productos farmacéuticos, productos de alimentación, la distribución de prensa, y otros servicios ligados a la salud pública o esenciales para la población.
Los hechos hablan por sí solos. El lunes día 16 de marzo, miles trabajadores/as de la plantilla fueron a trabajar sin EPI, situación que se ha prolongado durante 10 días, con una alta exposición al virus, por su empeño en dar una «imagen» de eficiencia ante el Gobierno. Tal irresponsabilidad ha llevado a que casi el 5% (2.500 trabajadores/as) postales estén en cuarentena y creciendo cada día. Aun a fecha de hoy, se sigue presionando a muchos empleados/as a trabajar sin gel, guantes, ni mascarillas. Lo cual se está ocultando.
La última cortina de humo del presidente de Correos, para intentar disipar el escándalo de su irresponsabilidad en la gestión del COVID-19 en Correos, ha sido el lanzamiento de unas propuestas ya existentes desde antes del RD (tenía las propuestas sindicales sobre la mesa desde antes del lunes 16), como eran las de llevar a través de la red logística y de personas de Correos, productos sanitarios y de primera necesidad a la gente más necesitada (personas mayores, con poca movilidad, en cuarentena, etc.).
Las medidas y propuestas sindicales citadas, absolutamente imprescindibles y necesarias para la sociedad española en estos momentos solo se han decidido utilizar (parcialmente y sin el respaldo de un proyecto serio y riguroso y consensuado que garantice su eficacia) cuando el presidente de Correos ha considerado que tenía problemas de «imagen personal» tras las denuncias de CCOO y UGT sobre su irresponsable gestión de la crisis.
Ahora pretende lanzar apresuradamente estos proyectos humanitarios, de forma tan atropellada y voluntarista que ni siquiera ha querido informar previamente a los sindicatos (que nos hemos enterado por la prensa) para establecer los criterios organizativos en materia de recursos humanos. Lo expresado refleja una práctica de gestión que ha venido siendo habitual desde el primer día del señor Serrano en Correos. Anteponer el culto a su imagen personal antes que dar respuesta a los problemas. En estos momentos, ni el país ni Correos están para operaciones de imagen, sino para dar una respuesta seria, eficaz y humilde (como la que dan cada día los miles de empleados/as públicos) al virus.
CCOO y UGT han vuelto a exigir al presidente de Correos que rectifique su actitud, que garantice la seguridad total de su plantilla ante el coronavirus y ponga el Correo público al servicio de la ciudadanía y no al propio.