Las organizaciones sindicales han denunciado que el presidente de Correos, con una «lamentable y caótica gestión» desde el comienzo de la crisis sanitaria, está «impidiendo» el acceso al empleo de los trabajadores/as eventuales y, con ello, «multiplicando la exposición al contagio de la plantilla en activo», al no contar con efectivos suficientes para una mayor rotación mediante el establecimiento de turnos
CCOO y UGT denuncian que la falta de contratación en las dos únicas oficinas de Correos la ciudad está obligando a los trabajadores/as a «estar constantemente expuestos y a la formación de acumulaciones y malestar entre la ciudadanía». En concreto, denuncian en nota de prensa, «en la oficina principal que da cobertura a los ciudadanos/as del centro, el número de trabajadores/as se ha reducido a un 23%, pasando de 10 a 3, y la oficina del extrarradio cuenta actualmente con el 50% de la plantilla«.
Las organizaciones sindicales han denunciado que la dirección de la empresa, con una «lamentable y caótica gestión desde el comienzo de la crisis sanitaria», está impidiendo el acceso al empleo de los trabajadores/as eventuales y, con ello, «multiplicando la exposición al contagio de la plantilla en activo, al no contar con efectivos suficientes para una mayor rotación mediante el establecimiento de turnos y, en muchas ocasiones, sin las medidas de prevención necesarias».
Asimismo, los sindicatos han denunciado que las medidas de protección «han llegado tarde, puesto que se ha obligado a una plantilla diezmada a trabajar sin mamparas ni mascarillas durante más de quince días, arriesgando su salud, la de sus familiares y, por extensión, de la ciudadanía». Recuerdan que Correos atiende a través de estas oficinas a «una población de más de 83.000 habitantes«, con los que la plantilla de Correos mantiene, en estas condiciones, «una relación de claro riesgo, tanto para ser contagiados como igualmente para contagiar».
Por ello, CCOO y UGT han exigido que se «aumente la contratación» y que ésta se realice «para atender a servicios esenciales, útiles y amparados en el estado de alarma, con la máxima protección para los trabajadores/as mediante medidas preventivas que, asegurando la salud de todo el colectivo postal, contribuyan a romper la cadena de contagios actual».