Mientras CCOO considera que habría sido necesario esperar un tiempo antes de retomar la actividad laboral este lunes, desde UGT apoyan la decisión del Gobierno de Sánchez. La decisión no ha estado exenta de polémica en el Consejo de Ministros e incluso desde la Organización Mundial de la Salud abogan por no levantar el confinamiento ante un «letal resurgimiento» del contagio
El Gobierno de Pedro Sánchez marcó el 9 de abril como fecha de finalización del periodo de confinamiento domiciliario para las actividades no esenciales, cuyos trabajadores habían continuado sus tareas con total normalidad, aplicando, por supuesto, las medidas de protección encaminadas a impedir la propagación del coronavirus. Al darse la circunstancia que los días 9 y 10 fueron festivos, y los dos siguientes 11 y 12 sábado y domingo, la incorporación a la actividad laboral se ha trasladado al día 13 y, por tanto, será mañana lunes la fecha en que estos trabajadores deberán regresar a sus trabajos.
En esta medida se incluía la construcción y las actividades relacionadas como despachos de arquitectos, inmobiliarias y demás. También se ordenaba la paralización de las industrias que no estén directamente relacionadas con los servicios esenciales, es decir, todas las fábricas que no hayan adaptado su producción a la fabricación de material sanitario deberán cerrar. También se incluía en este grupo las peluquerías, bancos, conserjes y responsables de limpieza de comunidades privadas, la mayoría de los cuales estuvieron prestando servicio al inicio de la pandemia.
El regreso a la actividad laboral no ha estado exenta de polémica y el mismo Consejo de Ministros está dividido. Varios ministros, entre los que se encuentran Pablo Iglesias y todos los ministros de Unidas Podemos, han rechazado los planes de retomar ya las actividades no esenciales y abogan por ampliar, al menos dos semanas más, el decreto de suspensión por el coronavirus.
En la misma postura que muestran desde el sindicato CCOO, cuyo secretario general de la Federación de Servicios a la Ciudadanía, Emilio Postigo, ha asegurado que «no es bueno que los trabajadores de actividades no esenciales retomen la actividad porque podría rebrotar la epidemia, habría que esperar más».
Postigo considera que esta decisión de retomar estos servicios responde a la «presión empresarial» para recuperar el tejido productivo. «Han convencido al Gobierno y ha podido más la economía. Parece que lo que hace una semana no era una actividad esencial ahora sí lo es».
Por otra parte, UGT se suma a la postura oficial del Gobierno de reiniciar la actividad laboral al considerar que «si bien no se va a recuperar la normalidad», esta decisión ayudará a la «economía local, que hace falta», ha expresado el secretario general del sindicato, Juan Carlos Pérez. «No tenemos dudas de que lo que hace el Gobierno es lo correcto pero siempre que se tengan en cuenta las medidas de protección, como llevar mascarillas o mantener la distancia de seguridad».
Postura de la OMS
Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), su director, Tedros Adhanom, ha alertado que “el levantamiento del confinamiento demasiado rápido puede conducir a un letal resurgimiento del contagio del coronavirus en aquellos países que han empezado a controlarlo».
La OMS está está trabajando con los países en el diseño de estrategias para la suspensión gradual y segura del confinamiento en casa teniendo en cuenta varias factores: que la transmisión del está controlada; que hay suficientes servicios médicos y de salud pública disponibles; que se minimizan los riesgos de brotes en entornos especiales como los centros de atención a largo plazo; que existen medidas preventivas en los lugares de trabajo, las escuelas y otros lugares donde es esencial que la gente acuda; que los riesgos de importación del virus se pueden gestionar y, finalmente, que las comunidades son plenamente conscientes y participan en la transición.