Las organizaciones sindicales han exigido que la actividad postal se limite a los servicios esenciales y de servicio público postal, con solo el personal mínimo e imprescindible para ello y con todas las medidas que garanticen su seguridad. En caso contrario, piden que Correos paralice su actividad allí donde no se cumpla
CCOO y UGT han transmitido al ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, mediante carta previa a la celebración del Consejo de Ministros, para que en el Real Decreto que se aprobará hoy domingo, se establezcan los criterios de servicios esenciales y de prestación del Servicio Postal Universal que el presidente de Correos se negó a definir en las instrucciones internas que remitió a la compañía el pasado 15 de marzo, provocando un «caos sin precedentes» en la gestión de la compañía pública.
Las organizaciones sindicales han transmitido al ministro Ábalos el papel relevante que el correo público, como la sanidad, los transportes o los bomberos y otros servicios públicos, puede desempeñar para atender las necesidades esenciales y de utilidad social de los ciudadanos/as en su confinamiento obligado como consecuencia de la pandemia.
CCOO y UGT han trasladado que la aprobación del Real Decreto puede ser una «extraordinaria oportunidad» para reorientar la situación y colocar a Correos, como servicio público, a la altura de la situación de emergencia que vive nuestro país.
Igualmente, consideran que tales servicios «esenciales y útiles» a la ciudadanía, se deben realizar con el 25% de la plantilla, de modo que se concilie la prestación pública necesaria con la mínima exposición de los trabajadores/as. Para ello, el presidente de Correos debe «sustituir las actuales instrucciones operativas que han sumido a la compañía en un caos organizativo sin precedentes, por otras, que concilien ambos intereses, el de prestación de servicio público con protección de la salud de la plantilla«.
CCOO y UGT vuelven a reiterar que la prestación de los servicios esenciales y de servicio público postal deben realizarse, en todos y cada uno de los casos, con la máxima protección en su desempeño mediante equipos individuales y colectivos de protección, según los casos (guantes, gel, mascarillas), y las medidas que garanticen la seguridad de los trabajadores/as (distancia, mamparas, desinfección real no ficticia, etc.), de lo contrario, Correos debe paralizar su actividad allá donde se incumplan.