Los dos sindicatos denuncian que las entidades «están rechazando la concesión de anticipos a estos trabajadores pese a que les presentan los documentos acreditativos de la prestación y la cantidad a percibir» y recuerdan que en 2008 se rescató a la banca con dinero que salió de los bolsillos de esos mismos trabajadores y trabajadoras
Además exigen a la Ciudad y a Delegación «que defiendan a sus ciudadanos, los más desfavorecidos en estos momentos por haber perdido su trabajo, de semejante tropelía»
Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabjadores (UGT) han mostrado su «más profunidad indignación y el total rechazo a la actitud que están mostrando las entidades bancarias con uno de los colectivos más perjudiciados por la crisis económica producida por la pandemia de la covid-19, los desempleados sometidos a un ERTE».
Los dos sindicatos denuncian que «aunque se trata de sus propios clientes«, las entidades bancarias «están rechazando de manera sistemática la concesión de anticipos a estos trabajadores, actualmente desempleados, pese a que les presentan los documentos acreditativos del reconocimiento de la prestación y la cantidad que van a percibir».
En este sentido, CCOO y UGT exigen, tanto al presidente de la Ciudad como a la delegada del Gobierno, «que defiendan a sus ciudadanos, los más desfavorecidos en estos momentos por haber perdido su trabajo, de semejante tropelía» y que «que alcen su voz autorizada para exigirles a las entidades bancarias que atiendan estos adelantos sobre las prestaciones. ¿O es que las Administraciones sólo están para avalar créditos a empresarios? En esta crisis sanitaria que nos está devastando los empresarios se juegan su dinero, los trabajadores su salud y en muchas ocasiones su propia vida».
Rescate durante la crisis de 2008
Ante esta «actitud», las dos centrales sindicales que recuerdan, a colación, que durante la crisis económica que de 2008, «de la que muchos cientos de miles de trabajadores aún no se han recuperado», el Estado rescató a la banca con cerca de 60.000 millones de nuestro dinero y a día de hoy se dan por perdidos y no recuperables unos 45.000 millones«. Además, añaden que esto sucedió «mientras, los trabajadores sufrían en sus carnes un desempleo brutal, o salvajes bajadas de salarios, desahucios y toda clase de calamidades, de las cuales muchos siguen arrastrando sus consecuencias».
Finalmente, los dos sindicatos lamentan: «Que las entidades bancarias, saneadas con nuestros recursos devuelvan a la sociedad el favor de rescatarlas con esta mezquindad es cuanto menos repulsivo y demuestra el nivel moral y la calidad humana de nuestros banqueros. Su riesgo es cero. Se trata de sus propios clientes que están pasando apuros económicos mientras reciben la prestación. Y pese a ser conscientes que el dinero que van a adelantar se lo va a ingresar el Estado en escasas fechas y que se trata en la mayoría de los casos de un adelanto simplemente para comer, demuestra una inhumanidad y una inmoralidad absolutamente incalificable».