La organización lanza una campaña para contrarrestar los discursos de odio que se han promovido bajo este lema, basados en bulos y prejuicios desmontados con datos objetivos. “La ciudadanía ha demostrado que lo que realmente le mueve es la empatía y la justicia social. Si hay un ‘efecto llamada’ es el que simboliza todo este apoyo desinteresado”, señalan. CEAR muestra que estas llamadas son “de ida y vuelta”, ya que personas refugiadas que en su momento recibieron ayuda también descuelgan sus teléfonos para ofrecer su colaboración, como han demostrado durante la pandemia.
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha estrenado hoy un vídeo en el que demuestra que el “verdadero efecto llamada” es aquel que se produce cuando hay situaciones que provocan graves desplazamientos forzados y miles de personas llaman a la organización para tratar de hacer algo por las personas que llegan a nuestro país buscando refugio. Por eso, ha lanzado una campaña para contrarrestar los discursos de odio que se propagan bajo este lema y lo usan como mantra para justificar determinadas políticas de control de fronteras, contrarias al respeto de los derechos humanos y a los compromisos internacionales.
La guerra de los Balcanes, la de Siria o más recientemente la de Ucrania son tres claros ejemplos de esa solidaridad multitudinaria que brota de forma espontánea cuando estalla un conflicto, pero que también se da de forma más sostenida en el tiempo con todas aquellas personas que tienen que huir por amenazas o persecuciones individuales, independientemente de guerras. Una solidaridad que como muestra esta campaña es “de ida y vuelta” , ya que las propias personas refugiadas que llevan tiempo en España acuden a la llamada cuando se las necesita, como demostraron durante la pandemia en sectores esenciales como la sanidad, los cuidados o la alimentación, entre otros.
Llamadas como las de Rosa, que con 72 años se ofreció para ayudar a buscar pisos en alquiler para que las personas refugiadas pudieran encontrar una vivienda digna. O como la de Rafael, que organiza partidos de fútbol todas las semanas en los que invita a jugar a jóvenes refugiados para que puedan hacer nuevas amistades. O como la de Sharifeh, una mujer afgana que no dudó en ofrecerse como traductora para que sus compatriotas pudieran solicitar asilo cuando fueron evacuados repentinamente por la vuelta al poder de los talibanes. Llamadas que CEAR califica como un “enorme tesoro” y que ahora se quedarán registradas en una web donde pueden ser consultadas por toda la sociedad.
“Queremos demostrar con esta campaña que la solidaridad es más fuerte que el odio, aunque ocupe menos espacio político y mediático. Porque la ciudadanía ha demostrado que lo que realmente le mueve es la empatía y la justicia social. Sin duda, si hay un ‘efecto llamada’ es el que simboliza todo este apoyo desinteresado”, remarca Estrella Galán, directora general de CEAR.