Además, UNICEF estima que más de 11.000 niños, niñas y jóvenes han cruzado solos el Mediterráneo central. Las organizaciones siguen denunciando la falta de una política migratoria europea que ponga la vida de las personas en el centro
Desde la organización humanitaria recuerdan que en lo que va de año, más de 25.000 personas han tenido que lanzarse al mar para llegar a España, más de la mitad a través de la ruta a Canarias, la más peligrosa del mundo. Según datos de Unicef a julio de 2023, más de 11.000 niños, niñas y jóvenes han cruzado solos el Mediterráneo central, un 60% más que el año pasado en este periodo; además, al menos 289 niños y niñas han perdido la vida o desaparecido al intentar cruzar la peligrosa ruta migratoria del Mediterráneo Central, desde el norte de África hasta Europa, en busca de seguridad, paz y mejores oportunidades. Esto equivale a casi 11 niños por semana.
Muchos de los naufragios en la ruta migratoria del Mediterráneo no dejan supervivientes o ni siquiera quedan registrados, lo que dificulta el cálculo del número real de víctimas infantiles que probablemente sea aún mayor.
Crecen las llegadas a Canarias, también a la Península y Baleares, y desgraciadamente, también crece el número de muertes intentando llegar a Europa. «Este año ya han muerto al menos 2.779 personas. ¡Personas!, ¡seres humanos! Hombres y mujeres; madres, hijos o abuelos con sus historias y sus familias. Que parece que a veces se olvida o se pierde el foco entre tanto número», denuncian desde CEAR.
«Es triste pero es real. Se protegen más las fronteras que las vidas. Y el principal objetivo de la política migratoria europea es que no lleguen«, lamentan desde la organización.
La Comisión pide valentía a las autoridades, porque «muchas personas no llegan. Y no llegan porque pierden la vida en el intento. Así que basta ya. Es el momento de que las autoridades apuesten, por fin, por una política migratoria justa y valiente, que ponga en el centro a las personas»
Desde CEAR lo llevan reclamando desde hace años y advierten que seguirán haciéndolo: «hacen falta de vías legales y seguras para que quienes huyen no tengan que jugarse la vida en el mar«.