La entidad entiende que, ante la situación de desbordamiento real que vive Canarias, es más necesario que nunca activar mecanismos de reubicación en el territorio nacional y por la Unión Europea para las personas migrantes y refugiadas
Desde CEAR han vuelto a solicitar públicamente a las autoridades que, en base a la «responsabilidad» y a la «solidaridad», mecanismos para reubicar a las personas migrantes y refugiadas tanto en el territorio nacional como entre los estados de la Unión Europea. Concretamente, CEAR advierte que Canarias «no es una cárcel» y que se deben reactivar los traslados a la Península y la «redistribución de las personas entre todas las comunidades autónomas».
«Interior debe poner fin al bloqueo de los traslados. Hay Comunidades Autónomas que se han ofrecido a acoger a las personas y plazas de acogida disponibles en la Península para que puedan recibir una atención digna. No podemos permitir que las Canarias se conviertan en islas cárceles donde no se respetan los derechos humanos y se condena a las personas migrantes a vivir en condiciones infrahumanas», señala CEAR en un comunicado de prensa.
El bloqueo de las fronteras terrestres está empujando, una vez más, a las personas migrantes al mar. Según el informe quinquenal sobre inmigración Ministerio de Interior, con datos actualizados hasta el 15 de noviembre, en lo que llevamos de año han llegado por vía marítima 6.451 personas más que durante el mismo periodo de 2019 (33.946 en 2020 por 27.495 en 2019, un aumento de un 23%).
De ese incremento en las llegadas por vía marítima, un elevadísimo porcentaje se concentra en las islas Canarias. Si se comparan los datos de Interior para los meses de enero a noviembre de 2019 con los de 2020, la diferencia es abisal. Fueron 1.497 las llegadas por vía marítima que registraron las islas en dicho periodo del pasado año, mientras que este año la cifra se ha multiplicado por 11, llegando a las 16.760 llegadas.