Los Gobiernos de las dos Ciudades Autónomas han ofrecido este jueves las conclusiones de las jornadas sobre el futuro de Europa. La integración en la Unión Aduanera, respetando el REF, la revisión del Tratado de Schengen y que Ceuta y Melilla tengan un tratamiento similar a las regiones ultraperiféricas, entre los principales retos
El Gobierno de la Ciudad ha dado a conocer este jueves las conclusiones finales de las jornadas celebradas en Ceuta, el pasado día 12, y paralelamente en Melilla, enmarcadas en la Conferencia sobre el futuro de Europa y en las que se han puesto de manifiesto cómo los condicionantes estructurales a ambas ciudades justifican la necesidad de que dispongan de un tratamiento y una consideración especial por parte de las instituciones comunitarias.
El principal factor diferenciador de Ceuta y Melilla es su condición de frontera terrestre de Europa en África. Por ello, la primera de las conclusiones es, para el Gobierno de Ceuta, la necesidad de revisión del tránsito fronterizo, con la finalidad de hacer compatibles tanto un control exhaustivo en el paso de personas con el mantenimiento de unas relaciones fluidas en el espacio transfronterizo. Igualmente, se considera pertinente estudiar la posibilidad de que las dos ciudades sean consideradas zona fronteriza europea, permitiendo el retorno automático de todos los ciudadanos no comunitarios en situación irregular y, en el ámbito de la inmigración, definir una política común en materia de inmigración que establezca los parámetros básicos en el tratamiento de la misma y que contemple las especificidades de Ceuta y Melilla.
Por otra parte, en el marco de las relaciones de buena vecindad con Marruecos, queda patente la oportunidad de establecer zonas de prosperidad compartida, que faciliten y agilicen, entre otras cosas, el tránsito transfronterizo de personas por razones sociales, culturales, turísticas, laborales, educativas o económicas.
En lo que respecta a la Unión Aduanera, la conclusión pasa por la integración, siempre que quede garantizada la vigencia del Régimen Económico y Fiscal Especial que, por otra parte, debe actualizarse al objeto de adecuarlo a los requerimientos de los sectores y actividades con potencial de crecimiento y que deben dar contenido al pretendido y necesario nuevo modelo económico de Ceuta y Melilla.
Igualmente, se considera necesario definir un nuevo estatus en la Unión Europea que, sin alcanzar la denominación de región ultraperiférica, contemple las especificidades de Ceuta y Melilla como fronteras exteriores de Europa en el continente africano. Además, de ello, solicitar una mayor presencia de las instituciones comunitarias, con organismos del rango de un observatorio europeo para la migración o un centro europeo de formación y especialización de agentes FRONTEX, por ejemplo. De igual modo se considera interesante contar con representación propia en el Comité de las Regiones, aprovechando en su caso las vacantes ocasionadas tras la salida del Reino Unido.