Los datos sobre Movimientos Naturales de la Población siempre son excepcionales en Ceuta y en Melilla. Su idiosincrasia hace ser a las dos autonomías las que tienen la esperanza de vida más baja o el número de hijos por mujer más alto.
Si no fuera por los y las inmigrantes, España estaría en un mayor retroceso demográfico. La tendencia de nacimientos sigue bajando, aunque las madres extranjeras sigan teniendo más hijos. Este año, en todo el Estado, ha habido unos 25.000 nacimientos menos, un 6,1% inferior respecto al año pasado. En Ceuta, esta tendencia también viene siendo negativa los últimos años, aunque a líneas generales, los datos se mantienen estables. En 2018 nacieron 972 personas, 1.045 en 2017.
De estos nacimientos, aumentan los que son de madres extranjeras, y superan ya el 20%.
El estudio también analiza las defunciones. La esperanza de vida nacional es llegar a los 83,2 años, aunque los ceutíes y los melillenses no llegan a los 81 años. En Ceuta murieron 527 durante el 2018. Es una de las pocas autonomías en que el saldo vegetativo (nacimientos menos defunciones) es positivo. El total español es negativo, en 56.262 personas.
En la única medición que Ceuta ha sido puntera es en la tasa de variación anual del numero de defunciones. Es decir, que respecto al año anterior, en 2018 murieron un 6% menos de personas.