Este viernes es el Día Mundial sin Alcohol. La Ciudad se ha adherido a la conmemoración recordando que su uso nocivo es uno de los principales factores de riesgo para la salud de la población mundial
Así se refleja en el último informe 2018 de la Organización Mundial de Salud (OMS), que alerta sobre la carga mundial de enfermedades causadas por el uso perjudicial del alcohol.
Según los últimos estudios nacionales realizados por el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad el alcohol se sitúa, con diferencia, como la sustancia psicoactiva que tiene un consumo más generalizado, tanto en Ceuta como en España, si bien, en la ciudad autónoma su consumo se encuentra menos extendido que la media nacional para todos los tramos temporales.
Casi todos y todas hemos probado el alcohol alguna vez en la vida
En el tramo de «alguna vez en la vida», es decir, un consumo experimental, el 73% de los ceutíes de 15 a 64 años reconocen haber tomado bebidas alcohólicas en alguna ocasión, proporción que se eleva hasta el 91,2% a nivel nacional.
En el tramo del consumo de alcohol en el último año, la proporción de ceutíes que ingirieron alcohol es menor en 12,6 puntos (62,6%) que para el total de España (75,2%). Idéntica situación se observa también en el consumo de alcohol en el último mes, dándose un diferencial aún más distanciado entre la proporción de consumidores de alcohol en Ceuta (45,1%) y la media nacional (62,7%).
Consumo precoz de alcohol
En Ceuta, el alcohol es, junto con el tabaco, la sustancia psicoactiva que comienza a a consumirse a una edad más temprana situándose por debajo de los 18 años (17,3). Esta edad es muy similar, aunque ligeramente más tardía, de la que se registra a nivel nacional.
Se emborrachan más los hombres que las mujeres
En referencia al consumo de grandes cantidades de alcohol en un breve periodo de tiempo, el 6,9% de la población de 15 a 64 años en Ceuta reconoce haberlo hecho, proporción que es inferior en 8,2% a la media nacional (15,15). Resaltar, además, que es un aspecto que influye sobre la prevalencia del atracón de alcohol, siendo un hábito que está más extendido entre los hombres (10%) que entre las mujeres (3,6%).
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