La Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad continúa con el plan trazado hace meses para convertir a Ceuta en la primera ciudad de España con alumbrado público 100% LED.
Este ambicioso plan que pretende sustituir la bombillas halógenas por bombillas LED se aprobó en 2017. En un primer momento fue la propia Ciudad la que asumió los costes de cambiar las bombillas halógenas del alumbrado público por bombillas LED. Esto supuso el reemplazo de unas 2.000 luminarias por valor de 700.000 euros. Posteriormente esta renovación del alumbrado público pasó a estar cofinanciada por los fondos FEDER.
Aunque la inversión total ascenderá a unos 4,9 millones de euros aproximadamente, en tan solo algo menos de una década estaría más que amortizada, ya que supondría un ahorro anual en energía de alrededor de medio millón de euros.
Pero…¿En qué me beneficia esto a mí?
Para entender qué supone este cambio de luminarias para el ciudadano de a pie, es necesario aclarar previamente algunos puntos. En primer lugar, conviene explicar qué es y cómo funciona la antigua iluminación halógena.
Una bombilla halógena está fabricada de yodo y bromo en estado gaseoso. No hay que tener grandes conocimientos químicos para intuir que esta composición no es muy respetuosa con el medio ambiente. Si además hacemos un esfuerzo imaginativo y pensamos en la de miles de bombillas que hacen falta para iluminar una ciudad como Ceuta, el impacto ecológico puede ser enorme.
Por otro lado, el funcionamiento de estas bombillas halógenas es bastante simple. Como en una bombilla tradicional, se calienta el filamento y este es el que produce la iluminación. Este sistema basado en el calor se traduce en un desaprovechamiento de un 80% de la energía que utilizan para funcionar. Dicho de otra forma, las bombillas halógenas solo transforman un 15-20% de la energía que consumen en luz, el resto ‘se pierde’ en el proceso. Imaginemos que usted quiere calentar una barra de acero en el interior de su casa y que yo lo quiero hacer en plena calle. De nuevo no son necesarios grandes conocimientos para aventurar que yo necesitaré gastar mucho más tiempo y mucha más energía para llevar el acero a la misma temperatura que usted en el interior de su casa. Es decir, mi método es mucho menos eficiente que el suyo.
Halógena vs LED: una diferencia de un 80% en eficiencia energética
Sin embargo, la iluminación LED es mucho más respetuosa con el medio ambiente. No necesitan de la reacción química entre dos gases para funcionar, lo que nos deja con un componente contaminante menos en la ecuación. De hecho, es aquí donde residen casi todas las ventajas de la iluminación LED.
Su funcionamiento es algo más complejo que el de las halógenas, pero también mucho más eficiente. En detrimento de los filamentos, incorporan diodos emisores de luz. Es decir, unas ‘piezas’ que cuando son atravesadas por la corriente producen luz haciendo que la pérdida energética sea mínima o inexistente. No necesitan usar la temperatura para producir luz. Directamente transforman la energía en luz.
Igualmente, la comparativa de la duración de la vida útil de ambos tipos de luminarias, deja en muy mal lugar a la iluminación halógena. La vida media de una bombilla halógena es de 2.000 horas frente a las 15.000 horas de vida media que tiene una bombilla LED. Es decir, si hacemos una relación bombillas/horas, serían necesarias casi 8 bombillas halógenas por cada bombilla LED. Por no mencionar el impacto ecológico que tendría la construcción y el mantenimiento de estas 8 bombillas halógenas.
Junta Obras del Puerto ya es 100% LED
Algunos vecinos de nuestra Ciudad ya disfrutan de la iluminación LED, por ejemplo, los que residen en la barriada Junta Obras del Puerto. Tan solo hay que pasear una vez que oscurezca por sus calles para comprobar in situ lo que supone contar con este tipo de iluminación. El cambio es realmente impactante. De hecho, pasear por estas calles perfectamente iluminadas transmite una sensación de seguridad que hará de las vueltas a casa a altas horas una situación más llevadera para muchas personas.
Have si os acordáis de miramar bajo