Como parte integrante del país, nuestra ciudad no iba a ser menos.
Para otras muchas cosas, tal vez no.
Pero, para la picaresca,” the numbers one”.
Ahora bien, ¿estaremos consumiendo los capítulos de esa novela escrita por el presidente del gobierno, titulada: La nueva normalidad?
De un tiempo acá, los españoles estamos despertando, hemos vuelto a poder conciliar el sueño, después de no pegar ojo, todo lo malo se contagia, desde que llegó a nuestras vidas, en plan de pobrecito, y en un descuido biológico, se fue a vivir a mejor vida de calidad de chalé.
Cada cual puede hacerlo donde desee y pueda.
Si el mensaje de conquista de los corazones, en su día, fue de humildad, de ciudadano sencillo de la calle, servidumbre obliga. Con tal gesto, su carrera política se acabó.
No hay monedero donde guardar el poco dinero.
Vamos, que los ladrones están quejosos porque las carteras, los bolsos, están más vacíos que los agujeros negros, y cuyo único beneficio ha pasado a ser el valor de la piel de plástico de ocasión.
Mi hermana Mari Luz, me lo repetía:
–Con la peseta – Tato decía- no llegaba a fin de mes, con el euro, no llego ni a la primera semana.
Tal me hablaba al poco de entrar el euro en escena precipitada de economía de empobrecimiento en los hogares de las familias. De vivir, ¿cuáles serían sus sabias palabras?
El estar descansado, con muchos lunes de películas al sol, es lo que tiene.
Relajado el español se pone a pensar. Y se da cuenta de que no sólo se barre la clase pobre, la media, para las mujeres.
Es el exterminio de los que no han terminado de evolucionar, de los neandertales, en favor de los sapiens, como dominantes. Lección que estábamos olvidando.
La nueva normalidad es lo que significa: los listos son los únicos que deben sobrevivir, listillos al poder.
En Benzú, las majestuosas ballenas, fueron esquilmadas por tontas. Uno de los coquetos barcos, con el mismo nombre de la ballenera, recibió serias advertencias de la mujer de piedra bonita, hasta que, fatigada, decidió morir de aburrimiento.
En Benzú, el atrasado neandertal, no tuvo la paciencia suficiente como para esperar las futuras tarifas más caras del mundo, en la travesía más corta del mundo, y ya cuando masivamente se decidió por alquilar algunas de esas ballenas, le pasó el siguiente de la fila de la evolución, a marcha de velocidad intelectual. La más peligrosa, por cierto.
Las ballenas transportaron a algunos hasta la Península, pero, finalmente, los estancados terminaron por ponerse los últimos de la fila, los últimos de la cola, reconociendo el poder de las nuevas mentes privilegiadas.
Como agradecimiento, años después, como es historia, el sapiens hizo lo mismo con las ballenas descendientes de aquellas utilizadas como medio de transporte público.
Como punto de primer descanso de las olas, eran otras, surgió un día sin avisar, en pleno desarrollo de los sistemas de la tierra, una preciosa isla, que, a los piratas, sirvió durante algún tiempo. Ante la falta de perejil, no tuvieron más remedio que poner rumbo. Hasta puede que fueran enterados de ciertas rebajas.
Personal y profesional de la información local, que hundió mi barco de papel, todavía ando localizando las huellas. Confío firmemente que sea capaz de lograr averiguar a dónde fueron, con la esperanza puesta que no sea la tarea tan difícil como encontrar las mascarillas, esas que desaparecieron, como por arte de magia, de un lugar secreto y vigilado, como la tumba de Jesucristo.
Lo mismo, como se está contratando ahora los servicios de personas para promover el turismo, no es de extrañar que el sector esté como está, cuando este año no hemos ido, a la Feria Internacional de Turismo (Fitur), para derrochar dineros, que son los que se destinan a gastos de las tonterías múltiples. La partida del saco roto.
Si es que ha tenido lugar, pese a las restricciones, reconozco que no me he enterado.
Como nadie nunca jamás ha sido capaz de explicar los resultados prácticos para Ceuta, entre acudir y no hacerlo, a lo largo de tantos años, pues, neandertal que es uno.
Cuando un periodista se equivoca de enfoque en un tema, está obligado a pedir perdón. De haber caído en un principio. Se me van las mejores ocasiones.
Además, ya está la representante, a la que felicito, Fátima Hamed, (MDyC), llamando a la puerta de la Fiscalía.
Antes de que nadie abra la puerta, ¿no puede hacer oportuna ampliación e incorporar la misteriosa desaparición de las mascarillas sobre la que ella misma mantenía duda de esa apropiación debida, indebida?
El mundo judicial, de momento y esperemos que así siga siendo, se ha situado en un determinado lugar del país, tampoco ha escapado a la tentación. De ahí la exigencia de que, saneando a fondo sus responsabilidades con las correspondientes medidas, nos quede a los ciudadanos un clavo al que agarrarnos. Es que, sin tal herramienta, apaga y vámonos.
Además, ya está el socialista pretendiendo que nos traguemos que el ámbito es el que él plantea. Y punto sin final, todavía. Que mal vendedor de burras que no vuelan.
Además, ya está el presidente de la comunidad de bolsillo, poniéndose a la cabeza de la manifestación de la transparencia. Más vale tarde. Anda ya.
¿Se dan clases on line de cómo explicar asuntos? ¿Sería por eso la razón por la cual inauguró universidad aprovechando cuartel con ruidos de goles, después de tantos años de sangría de familias enteras marchando detrás de sus hijos?
¡Lo que está provocando la alta definición!
Lo de ver más y mejor, debería ser apto sólo para cajas tontas provistas con aquellos dos rombos, mayores de 18 años.
Los neandertales nos hemos enterado de la película, taquillera por sus colas de esperar turno, seguramente, debido a algún fallo en la metamorfosis a sapiens.
También felicito a Mohamed Ali, (Caballas), por destapar un asunto de vida o muerte.
Su condición de imputado (no me gusta lo de investigado), si debe o no, estar o haberse marchado, es otro tema diferente. Cuando ha podido seguir, debo deducir que la ley se lo ha permitido.
Al final de comentarios, queda evidenciado mí lugar de posición, de desarrollo mental, es de elemental sabiduría, que esté obligado a dejar sitio, ceder el paso, gentilmente, a los listos, a los aprovechados. A la clase dominante. Es lo que siempre ha habido.
Lista de vacunados con el milagro de la vida. Lista de Schindler. Efemérides dW pesadillas de terror, del sueño de crear una superior raza “aria”. Lista de locos interminables, haré breve pasada: Hitler, Trump, Kim Jong-un.
Cada día sospecho más que la mano no inocente del hombre, pudiera estar detrás del maldito virus, y sus variantes o versiones, como los modelos de los coches.
Moraleja: afortunadamente, en nuestra pequeña reserva africana, los sapiens, no están en peligro de extinción. Es más, se agrupan entre ellos, para devorar, por si algún despistado osa, se atreve, sin el permiso de ellos, a tirar también de los hilos invisibles.
Bienvenido, a la eminencia, brillante, doctor Enrique Roviralta, presidente del Colegio de Médicos y del Sindicato, de Ceuta, al club de cuantos somos de la opinión (entrevista en Ceuta Actualidad) que lo que ha pasado en torno al protocolo de vacunación, podría ser de sede judicial. Desde luego.