El primer día que el gobierno autorizó poder ir sin mascarillas en espacios al aire libre, los y las ceutíes se muestran cautos ante la medida y se puede ver en la calle más personas haciendo uso de la mascarilla que las que han optado a salir sin ella. Eso sí, tienen presente que la tiene que llevar en el bolsillo porque en los espacios públicos sigue siendo obligatorio su uso
«Esto lo han hecho para tapar la vergüenza del los indultos. Todavía es muy pronto y visto lo visto en Mallorca puede ser que estemos empezando a sufrir las consecuencias de una nueva ola», comentaba una vecina que ha optado por seguir cubriendo su boca y nariz en la calle y haciendo participe de la equivocación por parte del Gobierno de haber tomado una medida sin tener el 70 por ciento de la población vacunada.
Otras personas que están tranquilamente disfrutando de este sábado de principio de verano sentadas bajo la estatua de Calipso, símbolo de reivindicación del uso de la mascarilla, difieren un poco de la versión de la vecina anterior y están a la espera de ver cómo se van desarrollando los índices de la pandemia tras la medida adoptada por el Gobierno. Sin embargo para Toñi, una joven de 23 años, ha sido toda una liberación el salir de casa esta maña para respirar aire puro, aunque también cree que la gente será responsable y sabrá que todavía no se puede «bajar la guardia» con respecto al virus que ha dejado mucho sufrimiento en le país. En su opinión, la vacunación de toda la población «será el fin de la enfermedad producida por el virus».
Una pareja que pasea pre celebración de cumpleaños, portando globos, para lo que será un día especial también se apuntan a seguir llevando la mascarilla. Ella trabaja en una residencia de ancianos y eso conlleva a ser responsable. «Tenemos que esperar que la mayoría de la población sea inmunizada para poder estar tranquilos, mientras tanto seguiré llevando la mascarilla».
Esta primera mañana sin mascarillas la mayor parte de las personas que andaban por la calle seguían usando la mascarilla.