En 2021, la diferencia entre la comunidad con mayor porcentaje de personas de 25 a 64 años con estudios terciarios siendo el País Vasco, con un 56 % y la de menor porcentaje, siendo reflejada Ceuta, con un 25 % , es de 31 puntos porcentuales
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) ha puesto de manifiesto en su reciente informe ‘Panorama educativo 2022’ que la Ciudad de Ceuta es actualmente la que registra la tasa más baja en cuanto a personas desde los 25 hasta los 64 años cualificadas en estudios terciarios (entendiéndose por Formación Profesional de Grado Superior y estudios universitarios).
Tal y como explica el documento, la mayoría de los países de la OCDE, existen grandes diferencias en el logro educativo entre las regiones subnacionales. Este es el caso de España. En 2021, la diferencia entre la comunidad con mayor porcentaje de personas de 25 a 64 años con estudios terciarios siendo el País Vasco, con un 56 % y la de menor porcentaje, siendo reflejada Ceuta, con un 25 % , es de 31 puntos porcentuales, añadiendo que «las variaciones en el nivel educativo entre las regiones subnacionales reflejan, hasta cierto punto, la diferencia en las condiciones económicas y los patrones de migración interna».
La Organización ha destacado que la probabilidad de tener un empleo aumenta con el nivel educativo alcanzado, pero varía según el campo de estudio y asegura que en España, las personas de 25 a 64 años con un título universitario en tecnologías de la información y la comunicación (TIC) cuentan con las mejores perspectivas con una tasa de empleo del 88 %. Sin embargo, los estudiantes de TIC representan solo el 6 % de los nuevos matriculados en la educación terciaria en España, mismo nivel que la media de la OCDE.
Las mujeres son el 60,5% de los jóvenes con estudios universitarios
La expansión de la educación superior ha beneficiado en particular a las mujeres en todos los países de la OCDE. En el caso de España, el 60,5% de los jóvenes con estudios universitarios son mujeres, cifra también superior a la media de la OCDE (56,6%) y de la UE22 (57,7%).
A la vez que aumenta el porcentaje de graduados en enseñanzas superiores, disminuye el porcentaje de los que dejan los estudios con un nivel máximo de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). En 2021, el porcentaje de jóvenes que solo tiene estudios básicos es del 27,7%. Supone una mejora significativa respecto a 2011, cuando ese porcentaje se situaba en el 34,6 %, casi 7 puntos de diferencia, aunque las cifras siguen lejos de la media OCDE (14,1%) y UE22 (11,8%).
El 23,6% restante tiene titulación de segunda etapa de educación secundaria, por debajo de la media OCDE (39,4%) y UE (42,3%).
Considerando a toda la población adulta (25-64 años), el 40,7% de los españoles dispone de una titulación de nivel terciario (el 41,1% en la OCDE y el 38,3% en la media UE22); el 23,2% estudios de segunda etapa de secundaria (el 42,1% en la OCDE y el 45,8% en la UE22); y el 36,1 % estudios inferiores (el 20,1% en la OCDE y el 16,4% en la UE22).
Por campos de estudios, el más común entre la población adulta española es el de ciencias empresariales, administraciones y derecho (28%), seguido por ingeniería, producción industrial y construcción (15%) y por salud y bienestar (13%).
En educación infantil, España destaca por la alta tasa de escolarización entre los menores de 3 años (41,1% en 2020), muy por encima de la media OCDE (26,8%) y UE22 (22%) y 7 puntos máb que en 2015 (34%). La escolarización se puede considerar universal en segundo ciclo de infantil, con una tasa por encima del 97%.
Por otra parte, el 35,3% de las titulaciones de segunda etapa de secundaria en España se obtiene en Formación Profesional, por debajo de la media de países OCDE (37,3%) y de la UE22 (43,7%).
En cuanto al alumnado que inicia una titulación superior, el 25% de los españoles lo hace en el campo de las STEM (Ciencias, Tecnologías, Ingeniería y Matemáticas), muy próximo a los porcentajes de la OCDE (27%) y de la UE22 (28%).
Existen diferencias de género, aunque en España la brecha es ligeramente menor que en la media internacional. Así, el porcentaje de mujeres que inicia un grado, un máster o un doctorado en un campo STEM es respectivamente del 33% (31% en la OCDE y en la UE22), el 39% (36% en la OCDE y 37% en la UE22) y el 41% (38% en la OCDE y la UE22).
En lo que se refiere a la tasa de finalización de estudios de grado, en España el 71 % del alumnado que inicia un grado ha titulado en ese nivel en los tres años posteriores a la duración teórica del programa, por encima de la media OCDE, que está en el 65 %.
A mayor nivel formativo, más y mejor empleo
El informe también analiza la relación entre nivel de estudios y trabajo. Las tasas de empleo de los jóvenes aumentan a medida que aumenta su nivel de formación: el 78% de los jóvenes con estudios terciarios tiene empleo en España, 20 puntos porcentuales por encima de quienes tienen como titulación máxima la ESO (sólo un 59% de estos acceden a un empleo).
En la OCDE y la UE22 estas diferencias en las tasas de acceso al empleo son similares (84% frente a un 58% de quienes tienen como titulación máxima la ESO en la OCDE y un 85% frente a un 56% en la UE22).
Los titulados en educación superior en un campo STEM presentan las tasas de empleo más altas que en el resto de áreas de conocimiento, en particular en el campo de las tecnologías de la información y la comunicación, donde la tasa de empleo es del 88% en España, del 90% en la OCDE y del 91% en la UE22.
Además, a mayor nivel formativo, mayor retribución. La población española con estudios superiores gana un 41% más que los titulados de segunda etapa de secundaria. Estos a su vez ganan un 19% más que los que solo han completado la educación básica.
La brecha de género existe también en este ámbito: en España, las mujeres con nivel de estudios superiores ganan el 81% del salario de los hombres con el mismo nivel educativo. En la OCDE las mujeres ganan el 77% y en la UE22 del 76%.