Hasta el Príncipe se han acercado centenares de devotos y devotas, nazarenos y mantillas, en una Semana Santa que llega tras dos años de parón a causa de la pandemia, aunque sin la tradicional liberación del preso
A las 18:00 horas de la tarde comenzaban a verse decenas de personas por la cuesta de Puente Quemadero para asistir al traslado del Cristo de Medinaceli y la Virgen de los Dolores a su Casa de Hermandad. La barriada el Príncipe, coloreada de morado por los nazarenos y de negro por las mantillas, lucía un ambiente de solemnidad. Además de penitentes que han hecho la procesión descalzos, con los ojos tapados, e incluso con cadenas. Este año con la novedad de que no se ha liberado a ningún preso.
El traslado llega tras dos años de suspensión debido a la pandemia del coronavirus, por lo que la sociedad ceutí ha acogido la Semana Santa de 2022 con muchas ganas. Este año, coincidiendo con la celebración del mes sagrado del Ramadan, y con los titulares de esta hermandad en un barrio casi 100% musulmán.
La corporación municipal de la Ciudad Autónoma de Ceuta y la presencia de los tradicionales «pirulís«, junto a las calles de nuestra ciudad, hacen inconfundible la Semana Santa ceutí. Todo esto, precedido por un gran dispositivo de seguridad con Policía Nacional, Policía Local, Protección Civil y Cruz Roja.