Por Fernando Nieto Conde (miembro del Instituto de Estudios Ceutíes)
Estrategias para el futuro de Ceuta (V): Avances sobre el contenido de la Revista Transfretana, núm. 8 de próxima publicación por el Instituto de Estudios Ceutíes
La posibilidad de recuperar un sector económico que antaño existía y sobre el que siguen existiendo recursos suficientes en el litoral, es el objeto de este trabajo. Desde una perspectiva que contempla la aplicación de las políticas europeas, el plan analizado ofrece una variedad de oportunidades mucho más allá de la mera industria extractiva. La Economía Azul es un concepto acuñado en la Unión Europea (UE) que alude a diversos sectores económicos, entre otros, la pesca y la acuicultura, la biotecnología, la minería submarina, el turismo, el transporte marítimo y las actividades portuarias, incluyendo también al sector de las energías oceánicas renovables. La Comisión Europea (CE) trabaja desde hace ya algunos años con este concepto, considerándolo una estrategia a largo plazo de apoyo al crecimiento económico sostenible para los diferentes sectores relacionados con el medio marítimo, tanto los que se desarrollan en tierra como en el mar.
Aunque no se dispone de información sobre el impacto de la economía azul en Ceuta, como ciudad del litoral y tradicionalmente marinera es seguro que se trata de un impacto importante. En el artículo se abordan tres de los subsectores antes aludidos: la pesca extractiva profesional, la acuicultura y cultivos marinos y la industria de transformación de los productos pesqueros.
En relación con la actividad pesquera extractiva profesional tal y como se conoce hoy, para lograr su mantenimiento y contribuir a paliar la situación de abandono en el que se encuentra la actividad, en el artículo se recomiendan una serie de acciones o medidas de apoyo, que tienen en cuenta también la dificultad de relevo generacional, pero que apuestan por nuevas fuentes económicas ligadas a la economía azul y al desarrollo sostenible, entre ellas:
– Constitución de un Grupo de Acción Local en Pesca mediante la financiación del Fondo Europeo Marítimo y Pesquero y de Acuicultura (FEMPA)
– Que la Ciudad encargue un estudio al IEO de la situación de la población de bonito en el Estrecho y en el Mar de Alborán.
– Que la Ciudad avale la solicitud de una autorización de capturas accidentales de atún rojo a la almadrabeta en Ceuta.
– Que la Ciudad contrate un servicio de consultoría especializado para la puesta en marcha de actividades de Turismo marinero y Pesca-Turismo en Ceuta.
– El reforzamiento de las estructuras de Gobernanza, con la asunción de competencias en materia de Ordenación del sector pesquero por parte de la Ciudad Autónoma, en especial el Consejo Asesor de Acuicultura, Pesca y Marisqueo.
– Que, en la medida que la situación lo permita, se fomenten las relaciones de buena vecindad con el país vecino, de manera que puedan emplearse recíprocamente tanto caladeros como subastas a conveniencia de las empresas mediante acuerdos privados.
En cuanto al futuro de la acuicultura en Ceuta, se aborda como partida el establecimiento de incentivos para que los empresarios del sector se establezcan en la ciudad, bien sea por la proximidad a mercados menos explotados o de nuevos productos, bien por otros de diversa índole, como los de naturaleza fiscal o de eficiencia energética. Ceuta tiene competencias en materia de acuicultura y marisqueo y el fomento de la acuicultura como actividad sostenible es de su exclusiva competencia. Conviene pasar página, aprender de errores del pasado y mirar hacia el futuro.
La acuicultura es una actividad empresarial que surgiría prácticamente de la nada en Ceuta, al contrario de las actividades pesqueras cuyo sector se pretende conservar y restablecer mediante medidas de diversificación. La forma de incentivar fiscalmente y el ofrecer otros beneficios al empresariado es conocida en la Ciudad y podría lograr la creación de un sector importante.
Todo ello es aplicable también al cultivo de algas. La UE identifica a las algas como una fuente de proteínas alternativas con un papel esencial para contribuir al cumplimiento de los objetivos del Pacto Verde Europeo, de manera que su objetivo está claramente marcado y no debería perderse de vista el posible potencial de Ceuta en este negocio, activo importante de la economía azul.
Por lo que se refiere a la industria de transformación de los productos de la pesca, es bien conocida la importancia que tuvo el sector conservero en Ceuta, a destacar los años 20 del pasado siglo, cuando se generaba la gran empresa almadrabero-conservera en torno al golfo de Cádiz y el tejido empresarial de las conservas recalaba de lleno en la ciudad. En la actualidad, con todas las dificultades que supone competir con el potencial , conservero del continente asiático a nivel global, Ceuta podría ofrecer incentivos a las actuales empresas para el establecimiento de plantas de procesado o fábricas de conserva en la ciudad, volviendo a reflotar en lo posible esta industria.
En el artículo se trabaja con un escenario en el que se contempla el establecimiento de incentivos. Los incentivos podrían abarcar toda la red comercial, incentivando por ejemplo las descargas de atún en Ceuta, tanto a la flota de transporte como a los propios atuneros si el caladero no es muy lejano. Pero también se contempla el posible establecimiento de empresas especializadas en transformar, procesar y enlatar el atún en la ciudad.
Se presentan, en fin, diversas iniciativas a poner en marcha sobre el sector de la pesca, el de la acuicultura así como en la transformación del pescado, que podrían servir de ejemplo para el desarrollo de la economía azul en Ceuta. Se trata de iniciativas individualizadas, algunas con alcance en otros sectores económicos donde pueden encontrar sinergias, pero que se entiende que todas pueden ponerse enmarca de manera inmediata, con una discreta inversión en recursos que no supondría un gran cambio de la estructura de gobernanza y del funcionamiento de la Administración de la ciudad, ni tampoco en su interacción con el sector privado.
De todo ello se deriva la importancia de disponer de una estrategia para el desarrollo de la economía azul, siempre que se concretase con una hoja de ruta redactada con precisión, donde se indiquen cuáles son los objetivos perseguidos, de qué medios se dispone y cómo y cuando estos se deben conseguir. Es decir, todo ello debería decidirse estratégicamente en un marco más amplio y multi-sectorial.