La coordinadora del Instituto de Seguridad y Cultura, Marta García, ha destacado hoy en el Parlamento Europeo que las ciudades autónomas presentan “unas características multiculturales que les hacen únicas a la hora de entender y aportar en ciertas cuestiones de relación político-social”, en un momento clave para incentivar que Europa ponga “el foco de atención hacia el sur”
“Esta propuesta pretende ser un referente para generar debate en el ámbito político, social y económico. Y más allá, como una herramienta de cambios y oportunidad para Ceuta y Melilla”. Así ha explicado Marta García, coordinadora del Instituto de Seguridad y Cultura, su participación a través del Observatorio de Ceuta y Melilla en la elaboración del informe ‘Ceuta y Melilla: más España y más Europa. Estrategias para una mayor integración política, institucional y económica’.
García ha sido entrevistada esta mañana en el programa especial de Conecta2 de RTVCE, donde ha destacado que ya hay otro informe sobre el encaje de las ciudades autónomas en la UE y que se presentará próximamente. “Es un trabajo que va muy en paralelo al trabajo de Jordi Cañas y acentúa la parte jurídica-legislativa. Se ha hecho un estudio muy exhaustivo de cuáles pueden ser las oportunidades de mayo reintegración en el espacio Schenguen y la Unión Aduanera, además de propuestas de futuro”, ha detallado.
Entre las conclusiones, “sí que hay una oportunidad de resaltar la naturaleza de Ceuta y Melilla como frontera exterior para la UE y que se pueda abrir un debate en la integración de la cuestión aduanera, que es donde están teniendo más problemas a nivel económico y social en su relación con Marruecos”.
“Las relaciones entre España y Marruecos han sido complicadas de manera histórica y hay que contemplarlo desde una realidad ya no solo bilateral sino internacional y regional, estamos viendo que la UE está poniendo mayor foco en África y aquí Marruecos es muy consciente del papel predominante que tiene. No se puede dejar de lado Marruecos, pero sí que España debe tener una política decidida y coherente”, añade.
En este sentido, García critica los “cambios bruscos a nivel político que se han producido en los últimos años que ha dado una visión poco fiable de un socio europeo a la hora de establecer una estrategia en una relación con vecindad”. Por ello, en informes previos a la crisis de mayo por la que entraron miles de personas a Ceuta, ya se “predijo que Marruecos estaría utilizando ese tipo de herramientas y de acciones en la zona gris, como guerra hibrida a través del impulso de la inmigración ilegal y otras acciones”. Ante esto, la coordinadora del Instituto de Seguridad y Cultura destaca la importancia de que España debe “tener un papel más proactivo a la hora de reclamar a la Unión Europea una atención en la cuestión de soberanía y seguridad”.
Sobre las nuevas relaciones con Marruecos, García señala que se contempla “como una oportunidad, situando a España como actor vinculante para establecer relaciones entre la UE y Marruecos”, destacando también el papel de Argelia. “España tiene una oportunidad de fortalecer las relaciones y llevar la visión de la política exterior de la UE hacia un ámbito más al sur, que ahora puede incentivar el foco de atención hacia el sur”. En esta materia, el papel de las ciudades autónomas “es fundamental como las dos únicas ciudades de la UE en territorio africano. Ceuta y Melilla representan una puerta estratégica y de oportunidad de enlace entre Europa y África y que tienen unas características multiculturales que les hacen únicas a la hora de entender y aportar en ciertas cuestiones de relación político-social y ahora con todo el movimiento oportunidad económica se posiciona a Ceuta y Melilla como interlocutor de cara a visionar este tipo de estrategias”.