El diputado Mohamed Mustafa insta a Fundación SAMU y Gobierno local a que «cumplan sus compromisos sin romper la cuerda por la parte más débil» y que no intenten «ni utilizar a la plantilla como ariete ni escabullirse de sus obligaciones de pago con la empresa»
Ceuta Ya! exige al Gobierno local que intervenga para garantizar que la plantilla de Fundación SAMU en Ceuta sigan cobrando sus salarios. La formación localista asegura haber tenido noticias de que «la empresa ha comunicado a las personas que tiene contratadas en la ciudad, que a partir de ahora dejarán de recibir su salario. De hecho, no han recibido ya el de julio». El motivo según Fundación SAMU sería la falta de pagos por parte de la administración local, situación que se produciría desde diciembre. «Un problema administrativo entre empresa y Ciudad Autónoma que, como siempre, hace que se rompa la cuerda por el lado más débil, el de los y las trabajadoras», lamenta el diputado Mohamed Mustafa.
El líder localista ha instado a ambas partes a que encuentren una solución «lo antes posible» y no dejen al cerca de centenar de familias que dependen de estos salarios «pendientes de un hilo». Además, recuerda que precisamente en enero el Pleno aprobó a propuesta de Ceuta Ya! que la Administración pusiera en marcha todas las herramientas posibles para garantizar el pago de las nóminas a las plantillas de empresas, oenegés y asociaciones dependientes de contratos públicos. «Sin embargo, en menos de seis meses ya nos hemos encontrado varios casos de personas que han cobrado tarde o, como en esta situación, están a punto de quedarse sin sustento».
La formación localista ha recordado que es «obligación de la empresa contar con los medios propios para poder afrontar las nóminas», pero explica que «argumentan que llevan sin recibir pagos de la Ciudad desde diciembre del año pasado«. Para Mohamed Mustafa, «sea cual sea el problema, esté en una cuestión administrativa, de gestión o formal, quienes tienen que solucionarlo son Gobierno local y adjudicataria del contrato, pero nunca, nunca la parte más débil, el colectivo de trabajadoras y trabajadores».
También pide que no se les use como «ariete» en este enfrentamiento, menos cuando son la parte que más sufre. «Personas que están a punto de verse abocadas al horror de perder de la noche a la mañana unos salarios con los que contaban para afrontar pagos contraídos y vencimientos pendientes. Es intolerable».