Mohamed Mustafa denuncia una situación de «S.O.S» y califica la ausencia de psiquiatra infantojuvenil como una vulneración inconstitucional de derechos
Ceuta Ya! ha solicitado la intervención del Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, ante la situación que califica de “emergencia” en el ámbito de la salud mental infantojuvenil en la ciudad autónoma. En una carta remitida este 29 de mayo, firmada por el secretario general de la formación, Mohamed Mustafa, se expone con contundencia la gravedad del problema: actualmente, Ceuta carece de un psiquiatra especializado en infancia y adolescencia en el sistema público de salud.
La misiva denuncia que niños, niñas y adolescentes con trastornos mentales no cuentan con un profesional que pueda diagnosticarlos, prescribir tratamiento o ajustar las dosis de medicación según su desarrollo, lo que supone, según el partido, una vulneración flagrante de derechos fundamentales. “No hay nadie que pueda diagnosticar. Ni recetar. Ni revisar tratamientos previos”, lamenta Mustafa.
El líder de Ceuta Ya! también hace hincapié en el impacto desigual de esta situación sobre las familias más vulnerables. “Quienes disfrutan de una economía desahogada acuden a la sanidad privada. Quienes tienen dificultad para llenar la nevera, sufren el abandono de la administración sin posibilidad de una vía alternativa”, señala, recordando además que los entornos más desfavorecidos son precisamente aquellos donde los menores tienen mayor probabilidad de padecer trastornos mentales.
Ceuta Ya! considera que esta situación “desoladora, escandalosa e indignante” se inscribe dentro de una “clamorosa inconstitucionalidad”, ya que niega a parte de la ciudadanía un derecho fundamental como es el acceso equitativo a la salud. En este sentido, la formación recuerda que asociaciones como TDAH Ceuta llevan años denunciando el problema sin que las administraciones competentes hayan ofrecido una solución.
Mustafa concluye su denuncia subrayando que “la legalidad debe cumplirse, también en este pequeño territorio de poco menos de ochenta y cinco mil habitantes”, y lanza un mensaje directo al Estado: “Por más que los numerosos agravios a los que, con la complicidad de la élite local, nos somete el Estado puedan hacer pensar lo contrario, los y las ceutíes no somos españoles de segunda”.
