La intervención de Verdejo y la posterior réplica de la consejera de Economía, Hacienda y Función Pública en el debate para la aprobación inicial del Presupuesto de 2021 deja claro que ambos partidos han quemado los puentes. «¿Por qué mezclan ustedes el ser musulmán con ser ‘promarroquí’? No puedo entenderlo. Yo soy de religión hindú y soy igual de española que usted, mis compañeros Yamal Dris y Dunia Mohamed son musulmanes y son igual de españoles que usted. Es que no son musulmanes integrados ni soy una hindú integrada en esta ciudad, soy de esta ciudad. Basta ya», ha sido una de las pinceladas de la consejera
Vox y el PP han escenificado en el debate para la aprobación inicial del Presupuesto de 2021 que su divorcio no ha sido, precisamente, una separación amistosa. Mientras que Vox Ceuta ha recurrido a su argumentario de emergencia -léase menores, migrantes, mujeres, islam y el recién incorporado «poder promarroquí«-, el Partido Popular, a través de la consejera de Economía, Hacienda y Función Pública, Kissy Chandiramani ha querido desmarcarse de las tesis radicales de Vox recuperando la apuesta por defender la convivencia y la interculturalidad de Ceuta.
Chandiramani ha reprochado a Vox que vota «en contra de la extraordinaria excepcionalidad en la que nos encontramos», del «Fondo Covid«, «de las ayudas a «pymes, autónomos y empresas«, «del material sanitario», etc., por no haber llegado a un acuerdo con el Gobierno debido a unas subvenciones destinadas a asociaciones vinculadas a la Comunidad Musulmana cuyo importe total supon «solo el 0,2%» del Presupuesto de la Ciudad. De hecho, ante las acusaciones de Vox, que desde que fue reemplazado por el PSOE como socio preferente del Gobierno de la Ciudad, se ha sacado de la manga la existencia de un «lobby promarroquí» oculto en la sombra que es el que realmente gobierna Ceuta, la consejera ha respondido con incredulidad: «Aquí que el cierre de las seis o de las ocho, el cierre de la hostelería… ¿Cree en serio que todas las restricciones dependen un lobby promarroquí que usted se inventa?»
En este sentido, para la consejera, Vox ha quedado retratado demostrando «cuál es su intención de proyecto para esta ciudad y está claro que no creen en la convivencia. Y no hablo de convivencia refiriéndome a la integración como ustedes hablan porque yo no me considero una persona ‘integrada’ en la sociedad ceutí, soy una ceutí de pura cepa, como usted, ni más ni menos», ha señalado Chaniramani. «¿Por qué mezclan ustedes el ser musulmán con ser ‘promarroquí’? No puedo entenderlo. Yo soy de religión hindú y soy igual de española que usted, mis compañeros Yamal Dris y Dunia Mohamed son musulmanes y son igual de españoles que usted. Es que no son musulmanes integrados ni soy una hindú integrada en esta ciudad, soy de esta ciudad. Basta ya. Ustedes hacen daño en los más profundo del alma de las personas, que es la religión. Ese debate hay que sacarlo de las instituciones, dedíquense a hablar de educación, de deporte, del plan de barriadas, del turismo, del crecimiento económico, del futuro de nuestros jóvenes…», ha argumentado Chandiramani en una intervención que marca un antes un después.
«A todos los que creemos y vivimos de una manera absoluta y radicalmente diferente a usted. A todos, que somos muchos en Ceuta, no se crea que solo están los que les votan a ustedes, nos llaman promarroquíes, vendepatrias, perversos… ¿de verdad se piensa que yo, alguien de mi grupo parlamentario o de esta Asamblea es promarroquí? ¿Lo dice en serio?«, ha comentado con incredulidad Chandiramani, para reprochar al portavoz de Vox Ceuta que «todo lo que no sea y no piense como usted son perversos, hostiles, sumisos o cobardes; como ustedes suelen llamar al Partido Popular. Gustan de llamarnos la ‘derechita cobarde‘ ¿Sabe que le digo? Que bienvenida la derechita cobarde y no parecernos a esa extrema derecha que parece que pretende que la sociedad española y la ceutí vuelva a las trincheras». «Usted dice que ama a Ceuta, pero solo ama a una parte, no puede decirlo», ha espetado Chandiramani a Verdejo.
«Dice que vamos a perder las próximas elecciones. Si las vamos a perder por apoyar la convivencia y la inclusión en nuestra ciudad, por dignidad, a mí no importaría perderlas. Se lo digo desde el corazón porque yo creo en la Ceuta de las 4 culturas y creo que la convivencia y la inclusión están muy por encima de los 25 diputados de esta Asamblea. Le reitero el consejo: es mejor dejar de hablar de religión y hablar de ideas políticas«, ha apostillado la consejera, que además ha culpado a Vox de poner la convivencia en el centro del debate en las «numerosas reuniones» que ha mantenido con el Gobierno de la Ciudad antes de romper las relaciones. «Nos decían que tenían que diferenciarse del PP» ha desvelado Chandiramani.
Para acabar, Chandiramani ha ensalzado al presidente de la Ciudad, Juan Vivas, convertido en el nuevo enemigo público número de Vox Ceuta, como una figura clave para conseguir que durante la pandemia «todos los ceutíes, recen a quién recen, sueñen en la lengua que sueñen y amen a quién amen tengan la misma igualdad de oportunidades de acceso a las ayudas de la Ciudad de Ceuta y a paliar la situación por la que pudieran verse afectados» y ha lanzado un último dardo a Vox Ceuta: «Creían que tenían la sartén por el mango y ahora han perdido la sartén y nos quieren dar con el mango»