Este martes se ha presentado en el Salón de Actos del Campus Universitario el informe «Ceuta y Melilla o cómo convertir una grave crisis en la mejor de las oportunidades» que ha sido impulsado por el Observatorio de Ceuta y Melilla, organismo dependiente del Instituto de Seguridad y Cultura, y está elaborado por Kissy Chandiramani, consejera de Economía, Hacienda, Administración Pública y Empleo de Ceuta, y Jaime Bustillo, economista experto en planificación estratégica y ex-viceconsejero de Comercio, Transporte y Turismo de Melilla
El Salón de Actos del Campus Universitario ha sido el escenario escogido para presentar el informe «Ceuta y Melilla o cómo convertir una grave crisis en la mejor de las oportunidades» impulsado por el Instituto de Seguridad y Cultura a través del Observatorio de Ceuta y Melilla y cuya elaboración ha estado a cargo de Kissy Chandiramani, consejera de Economía, Hacienda, Administración Pública y Empleo de Ceuta, y Jaime Bustillo, economista experto en planificación estratégica y ex-viceconsejero de Comercio, Transporte y Turismo de Melilla.
Para la consejera ceutí es notorio «el colapso que ha tenido la frontera desde el pasado mes de octubre» y cómo los efectos negativos que ha tenido sobre la economía local «se han visto enormemente acrecentados por la COVID-19«. En este contexto, Chandiramani ha defendido que de la crisis «se puede salir adelante regenerándonos todos, reformando y cambiando nuestra mentalidad». Para la titular de Hacienda y Economía, la presentación del informe ha sido «una forma de poner en negro sobre blanco algo que el Gobierno de la Ciudad viene diciendo desde hace tiempo y es la necesidad de reconvertir nuestro sector económico y, fundamentalmente, cambiar el sector comercial hacia nuevas actividades que nos den ese potencial que necesitamos».
Sin embargo, Chandiramani reconoce que son tiempos difíciles los que le esperan a la Ciudad de Ceuta, sobre todo, debido a que «la incertidumbre ahora mismo es absoluta» debido a la situación derivada de la pandemia de COVID-19. Como muestra de ello la consejera ha destacado la dificultad a la que se enfrenta el Ejecutivo local de cara a la elaboración de los Presupuestos del año 2021 debido a la falta de una previsión fiable sobre los ingresos que recavará la Ciudad.
No obstante, aunque Chandiramani ha insistido en que «la incertidumbre de la pandemia es tal que nos lleva a pensar que el futuro es incierto», también ha indicado que es el momento de «ir poniendo las bases de lo que queremos que sea Ceuta«. A este respecto, para la consejera «está claro que Marruecos no quiere depender de nosotros y creo que nosotros tenemos que aprovechar esta oportunidad para no depender de Marruecos cómo lo veníamos haciendo hasta ahora». De hecho, ha indicado cinco sectores claves que, bajo su punto de vista y el del Gobierno de la Ciudad, deben ser los pilares del futuro económico en Ceuta: «La reconversión del sector comercial, el sector portuario, el sector tecnológico, una mayor presencia de la Administración General del Estado en la Ciudad y el sector turístico».
Por su parte, Carlos Echeverría, director del Observatorio de Ceuta Melilla y profesor de Relaciones Internacionales, ha apoyado la reivindicación de Chandiramani de que es necesaria en la Ciudad una mayor presencia de la Administración General del Estado «como elemento dinamazidor de la actividad económica» y ha añadido que también es necesaria una mayor presencia de la Unión Europea en Ceuta. Para el director del Observatorio de Ceuta y Melilla sobre todo es clave que en Europa se tome conciencia de «la dimensión fronteriza que tienen Ceuta y Melilla».
Sobre la situación de Ceuta, Echeverría a vaticinado que «probablemente el comercio como lo hemos conocido hasta ahora no lo vamos a volver a ver«. En este sentido, si bien ha señalado que «está claro que la frontera y el vecino marroquí están ahí», ha incidido en que «lo importante es que la ciudades -Ceuta y Melilla- no dependan tanto como han dependido hasta ahora de esa vecindad con Marruecos». Para el profesor de Relaciones Intencionales, tanto Ceuta como Melilla «tienen que mirar a todas las direcciones y precisamente, por eso es muy importante que esa incardinación con el Estado central y con Europa permitan explorar actividades muy prometedoras, algunas en funcionamiento, pero que pueden funcionar muchos más y mejor».