En el debate de la prostitución hay muchas voces distintas que gritan desde diferentes puntos de vista hacia diferentes direcciones. Pero nada tiene más sentido que las voces, aunque discrepantes, salgan desde el movimiento feminista, que para algo es el que se encarga de la reflexión y difusión de la perspectiva de género.
Una perspectiva necesaria teniendo en cuenta «los hombres son la mayoría de los que demandan prostitución», afirma la mediadora de la Fundación Cruz Blanca del programa del O‘Cambalache, Irene Pascual. Trabajan con «mujeres en situación de prostitución y víctimas de trata».
Esta tarde, en el Instituto Luis de Camoens, la Plataforma Feminista ha organizado una charla sobre el fenómeno de la prostitución con la colaboración de la Fundación Cruz Blanca.
Pascual explica que en Ceuta alrededor de unas 50 mujeres ejercen la prostitución. La mayoría trabajan en la calle y viven en una situación transfronteriza, pero que las que ejercen en pisos suelen ser de distintas nacionalidades. Cruz Blanca acompaña a estas mujeres, pero tiene muy claro que, desde su postura abolicionista, este es un problema que tiene la raíz en la demanda. Es decir, en hombres que consumen prostitución.
Desde el programa O‘Cambalache «intentamos sensibilizar bastante a la población». Creen que «si la mayoría de los hombres que demandan la prostitución conocieran que hay mujeres que no la ejercen libremente y otras que no ven otra salida, quizás no demandarían tanto». Pascual se considera abolicionista porque cree que la prostitución «denigra a la mujer». «La relación sexual al final no es igualitaria«, piensa la mediadora de la Cruz Blanca, «la relación sexual no es igualitaria porque la mujer, como le están ofreciendo dinero, ya tiene que hacer cualquier cosa».
El programa trabaja con una furgoneta cedida por la Consejería de Sanidad. Se acercan a los sitios donde se ejerce la prostitución en la ciudad y se acercan a las trabajadoras sexuales a partir del reparto de material preventivo y la realización del test VIH. «Vamos creando vínculo con las mujeres para que si alguna se encuentra en situación de explotación o víctimas de trata, llegue un momento en que nos lo pueda contar», explica Pascual.