Mientras el presidente estadounidense Donald Trump intensifica sus amenazas comerciales contra Rusia y refuerza su apoyo militar a Ucrania, la alianza estratégica entre Pekín y Moscú sigue consolidándose. El presidente chino, Xi Jinping, ha reafirmado su compromiso de fortalecer la cooperación con Rusia, en un momento de alta tensión geopolítica.
Trump, que ya ha iniciado una guerra arancelaria contra China, ha advertido ahora con extender esas medidas a Rusia como represalia por su apoyo a la invasión de Ucrania. Además, ha anunciado un nuevo acuerdo de suministro de armas con Kiev, lo que eleva aún más la presión sobre el Kremlin.
Sin embargo, lejos de ceder, Pekín y Moscú mantienen su coordinación política, económica y militar. Xi Jinping ha reiterado su respaldo a Rusia, subrayando que la relación entre ambos países es más fuerte que nunca, pese a los intentos de Washington por aislar a Moscú en el escenario internacional.
Este nuevo capítulo en la rivalidad global demuestra que los esfuerzos de la administración Trump por debilitar el eje sino-ruso no han tenido el efecto deseado, y que China sigue apostando por una alianza firme con Vladimir Putin.
