Washington D.C. — El Senado de Estados Unidos ha confirmado este lunes a Christopher Wright como el nuevo secretario de Energía, con 59 votos a favor y 38 en contra. Wright, conocido por su escepticismo hacia la crisis climática, liderará el Departamento de Energía bajo la administración de Donald Trump.
Wright, de 60 años, es el jefe de Liberty Energy, una empresa de servicios petrolíferos con sede en Denver, Colorado. Su nombramiento ha generado controversia debido a sus opiniones sobre el cambio climático y su fuerte apoyo a los combustibles fósiles.
El nuevo secretario también estará al frente del recién creado Consejo Nacional de Energía, que coordinará las actividades de todas las agencias gubernamentales relacionadas con la producción, generación, distribución, regulación, transporte y permisos energéticos.
En declaraciones a la prensa, Wright ha defendido el uso continuado de combustibles fósiles, argumentando que son «necesarios» para el funcionamiento de la sociedad moderna. Ha criticado las iniciativas para acelerar la transición hacia energías limpias, calificándolas de «precipitadas».
La confirmación de Wright se produce en un contexto de cambios significativos en la política energética de Estados Unidos. Una de las primeras acciones del presidente Trump fue retirar al país del Acuerdo de París, cumpliendo así una de sus promesas de campaña. Según Trump, el acuerdo perjudica a la economía estadounidense al beneficiar a otros países.
Además, Trump ha declarado una «emergencia energética nacional» con el objetivo de aumentar la producción de petróleo y gas en el país. Esta medida busca reducir los costos de explotación y fortalecer la independencia energética de Estados Unidos.
Sin embargo, estas políticas han generado tensiones, especialmente en regiones como Alaska, donde los intereses de conservación ambiental chocan con las oportunidades de explotación de recursos naturales. Mientras los republicanos ven en estas políticas una oportunidad para el crecimiento económico, los demócratas advierten sobre los riesgos ambientales.
El lema de Trump, «¡Perforar, perforar, perforar!», refleja su intención de expandir las explotaciones no solo dentro de Estados Unidos, sino también en territorios como Groenlandia, lo que ha suscitado críticas tanto a nivel nacional como internacional.
Con Wright al frente del Departamento de Energía, se espera que estas políticas se fortalezcan, priorizando la producción de combustibles fósiles sobre las iniciativas de energía renovable. Esto plantea importantes desafíos para el futuro de la política energética y climática de Estados Unidos.