Ciudadanos, a través de su portavoz, Javier Varga vuelve a cargar contra la gestión del ICD y su relación con la empresa Arasti Barca. Según Varga la empresa le hace llegar que conforme a sentencias firmes se le adeuda una cifra cercana a 580.000 euros, mientras que el ICD sólo reconoce unos 250.000 que sería lo que estarían dispuestos a pagar de este tramo, porque según Varga aun hay más.
La situación anómala es «para llevarse las manos a la cabeza» considera el diputado ciudadano al incidir en que «interpelamos en el Pleno para interesarnos por la situación de los monitores», principales damnificados de lo que se asemeja a «una pelea de gatos entre acreedor y deudor», describe Varga gráficamente.
El montante de la deuda tiene su origen en «una empresa que a pesar de no tener contrato con la Ciudad sigue prestandole servicios». Es la Ciudad de este modo quien les impele «a presentar facturas por vía judicial generando un sobrecoste que pagan los ciudadanos». La cifra rondaría el millón ochocientos mil euros. Varga advierte que «no considera que exista interés en inflar las cifras por parte de Arasti Barca» y «aun quedan 34 demandas pendientes, lo que «pone en peligro los presupuestos generales de Ceuta si se convierten en sentencias ejecutivas». Además denuncia que la Ciudad «no especifica el presupuesto de las escuelas deportivas al esconderlo en una macropartida». Entre las dudas que les genera el ICD se encuentran la falta de transparencia de la encomienda a Tragsa «que ahora debe ser especialista en monitores» y «les inquieta si existe voluntad de mantener a la actual plantilla».