Varios rostros visibles de la formación naranja han deslizado que la dimisión del consejero de Sanidad de Murcia se produjo gracias a la presión de Ciudadanos y no por instancias de Pablo Casado, como el propio dirigente del PP habría dejado caer este mediodía en Al Rojo Vivo. La propia Arrimadas ha asegurado que Ciudadanos ha conseguido en Murcia que «el consejero dimita, pero, por desgracia, no es el único caso»
La polémica en torno a la vacunación del consejero de Sanidad, Consumo y Gobernación, Javier Guerrero sigue trayendo cola. Varios rostros conocidos de Ciudadanos, como los diputados Edmundo Val y María Muñoz o el exdiputado Toni Cantó, han criticado las explicaciones ofrecidas por el consejero ceutí e incluso han reclamado su cese o su dimisión cuanto antes.
De hecho, Inés Arrimadas ha anunciado este jueves que propondrá a todos los partidos un «pacto ético» por la vacunación «sin privilegios», mediante el cual se comprometan a «apartar» a aquellos políticos que se aprovechen de su posición para vacunarse. «En Murcia hemos conseguido que el consejero dimita, pero, por desgracia, no es el único caso, ha señalado».
Mientras tanto, Pablo Casado, que esta mañana presumía de la «ejemplaridad» que exigía a las personas que ocupan puestos de responsabilidad en el Partido Popular, se trate del territorio que se trate, no se ha vuelto a pronunciar públicamente sobre el hecho de que Javier Guerrero haya anunciado que no dimite y el Gobierno de la Ciudad, hasta ahora, haya respaldado la decisión. De hecho, lo último que este medio ha podido conocer es que los técnicos de la Consejería de Sanidad estarían elaborando un informe que justificaría la postura de Guerrero. Es decir, un informe que vendría a respaldar la interpretación que hace el consejero del protocolo de la estrategia nacional de vacunación. Interpretación en base a la cual él y las otras nueve personas de la Consejería que se han vacunado serían «personal de primera línea«.