Javier Varga, portavoz de Ciudadanos en el Pleno de la Asamblea ha expuesto sus enmiendas a los Presupuestos presentados por la Ciudad el pasado noviembre. Varga que ha intervenido después de sus compañeros de filas en la oposición, PSOE, Caballas y MDyC ha presentado una treintena de alegaciones de las que el Gobierno les ha aceptado tres.
Varga ha enunciado tener conocimiento de que en los cuatro presupuestos en los que han participado, el Gobierno ha ido incorporando alegaciones de Ciudadanos. Y consideran que «hemos conseguido incorporar al presupuesto nuevos documentos, controles o información que lo mejoran».
El diputado comunicó que en conjunto se han presentado un total de 170 alegaciones. La inmensa mayoría se presentaron, a última hora de la mañana del último día de plazo. Añade con ironía que el Gobierno, «tras un sosegado proceso de consulta, reflexión y consideración de poco más de dos días, resolvía las 170 alegaciones el miércoles siguiente: deprisa, deprisa».
Concluye Varga que «poco o ningún caso han hecho a las alegaciones presentadas por la oposición». Esta poca seriedad se refleja a los presupuestos, indica, al señalar que se extrapola a las modificaciones de última hora que coloca en un terreno de ilegalidad porque, según define, se encontrarían al margen de lo establecido en la Ley de Haciendas Locales conforme se rige el procedimiento. Argumenta que «en quince días cambian lo que llevan trabajando, se supone, varios meses».
«Ni esto es un Parlamento ni lo que hoy tenemos delante es una ley de Presupuestos» descarga Varga de boato al acto reduciéndolo a lo que entiende que es un «presupuesto municipal; ni más ni menos». Que definió como «un presupuesto que, como en cualquier ayuntamiento, se aprueba inicialmente, se somete a un periodo de información pública y se aprueba definitivamente, si es el caso». Discuten desde el partido «la posibilidad de que el Gobierno altere sus propios presupuestos, una vez aprobados inicialmente» cuestión que comparan con hacer trampas «a sí mismos, y a los ciudadanos».
Ciudadanos anuncia que «montar castillos en el aire no forma parte de su política» y para finalizar achaca al Gobierno de guardarse un as en la manga, adelanta que han detectado partidas opacas donde no se aportan detalles y otras infladas donde la diferencia entre gastos e ingresos asciende a cuatro millones de euros injustificados, a los que añade un ingreso «incierto» de cinco millones correspondientes a transferencias del Estado. Denuncian además que han echo caso omiso de sus peticiones para recalcular determinados capítulos.
Por incidir en la «resignación y la desesperanza» Ciudadanos no los aprueba y les otorga su voto negativo.