Las causas de la violencia contra las mujeres se encuentran en la discriminación de género, las normas sociales y los estereotipos que la perpetúan (…). La mejor manera de contrarrestar la violencia de género es prevenirla tratando sus orígenes y causas estructurales”, asegura ONU Mujeres en su portal
Esta organización de las Naciones Unidas, cuyo fin es promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, cree en el poder que tiene la educación de niñas, niños, mujeres y hombres jóvenes. Subraya que esas etapas de la vida, donde se forman los valores, representan una oportunidad para impulsar relaciones de respeto. “El trabajo con jóvenes es la mejor opción para lograr un progreso rápido y sostenido en materia de prevención y erradicación de la violencia de género”, dice.
Según la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, adoptada en 1979, para alcanzar la plena igualdad entre el hombre y la mujer, “es necesario modificar el papel tradicional tanto del hombre como de la mujer en la sociedad y en la familia”.
¿Cómo madres, padres o adultos que acompañan la crianza pueden aportar el derecho humano fundamental de la igualdad de género, y de esta manera aportar a la prevención y la erradicación de la violencia contra la mujer?
La licenciada en educación Gloria Amparo Henao Medina, directora de la Corporación Educativa Combos, y magíster en Educación y Desarrollo Humano hizo las siguientes recomendaciones para madres y padres.
Nombre a las niñas y a las mujeres en femenino. Use el lenguaje inclusivo. Si todo el tiempo se habla de niños o se nombra el totalitarismo masculino, lo femenino queda perdido y las niñas no se visibilizan.
Tenga en la casa juguetes que despierten la imaginación y la creatividad de niños y niñas, sin ninguna distinción de sexo, por ejemplo: los juegos didácticos, las loterías.
Revise cómo la escuela o el colegio de su hija o hijo maneja el tema de las relaciones equitativas de los géneros. Por ejemplo, pregunte a profesoras o profesores sobre la perspectiva de género.
Tenga en cuenta los otros géneros, recuerde que el género es una construcción social. Es ideal que las familias asuman la sexualidad como una elección sumamente personal.
Indague sobre las transformaciones socioculturales en la familia. Además de leer sobre el lenguaje inclusivo, la asignación de tareas domésticas y los juguetes, puede consultar cómo manejar de la misma manera los permisos para una hija o un hijo (la hora de llegada, por ejemplo).
Lea sobre la perspectiva de género, ya sea por internet o acercándose a una biblioteca. También puede conversar con agentes educativos, o vecinas o vecinos. Tenga en cuenta el aporte de la educación, no se quede solo con la opinión y la creencia.
Educar equitativamente significa buscar que tanto niños, niñas, y mujeres y hombres jóvenes tengan igualdad de derechos, libertades y oportunidades. Si decide asumir con consciencia la formación desde una perspectiva equitativa de género, recuerde que esta decisión implica cuidar cada cosa, porque todo educa.
Desde otra área
El psicólogo Carlos Alberto Ossa Ossa, quien ha participado en conversatorios sobre las masculinidades corresponsables agregó las siguientes recomendaciones.
Cuestiónese sobre cómo se relaciona con las mujeres y los hombres de su entorno. Pregúntese si trata de forma igualitaria a su hija y a su hijo. Recuerde que sus hijos están captándolo todo.
Participe de forma equitativa en el espacio doméstico, es decir, en las labores de aseo, manutención, preparación de alimentos, cuidado de quienes viven en la casa.
No evite las expresiones de afecto con su hija o su hijo. Es necesario que ella o él manifiesten sus emociones y cultiven la empatía.
Guíe a su hija o hijo para que desde temprana edad reconozca las necesidades físicas y emocionales internas, y diferencie lo que le beneficia y lo que le hace daño, de manera que pueda comunicar oportunamente si experimenta una dolencia física, desánimo, o presión familiar o social.
Enseñe de igual forma a su hija o hijo a ser una persona autónoma, que sepa preparar su comida, y organizar su ropa y sus espacios. También motívelos a desarrollarse en el mundo laboral y ser independientes económicamente.
Interésese por los personajes y las historias con las que se identifica su hija o hijo en los contenidos televisivos y virtuales que consume. Así conocerá sus gustos, afinidades e intereses, y podrá conversar sobre cómo esas situaciones se relacionan con la vida. Logrará que su hija o hijo fortalezca su capacidad crítica.
No emplee los colores para definir a su hija o hijo. El uso del rosado y el azul es una creencia arbitraria y representa un estereotipo de género.
Intente que juguetes, regalos y cursos extraescolares estimulen sus talentos.
Congele por un momento las expectativas adultas que tiene sobre su hija o hijo, y atrévase a ver a ese ser humano tal y como es. En esa medida, su hija o hijo sentirá confianza, cercanía, y disfrutará estar y compartir con usted.