Día 9: Las Encuestas
Las encuestas reflejan una contienda electoral extremadamente reñida. Siete estados clave están en juego, todos dentro del margen de error. Desde Pensilvania, uno de estos estados decisivos, se observa que la candidata demócrata, Kamala Harris, lleva una ligera ventaja de entre 1,5 y 3 puntos. Sin embargo, en el sistema electoral estadounidense, ganar el voto popular no garantiza la presidencia, como le ocurrió a Hillary Clinton en 2016. Los colegios electorales son los que realmente cuentan, y cada estado tiene un número específico de votos que puede cambiar el resultado final.
Día 8: Pensilvania, la Madre de Todas las Batallas
Pensilvania se destaca como el estado más disputado en estas elecciones. Ambos candidatos, Donald Trump y Kamala Harris, están invirtiendo recursos significativos en esta región. En Erie, el condado más competitivo, el apoyo de figuras influyentes como Elon Musk está marcando la diferencia. Este condado ha cambiado de lealtades en elecciones pasadas, votando por Obama, luego por Trump y más recientemente por Biden. La gran incógnita es si Harris podrá mantener el apoyo demócrata o si Trump recuperará terreno.
Día 7: El Control de Armas
El debate sobre el control de armas vuelve a ser central en la campaña, especialmente tras la tragedia en Uvalde, Texas. Este incidente, uno de los tiroteos más mortales en la historia reciente de EE.UU., ha reavivado las discusiones sobre la Segunda Enmienda y el derecho a portar armas. Kamala Harris aboga por medidas más estrictas para controlar la venta de armas y prevenir masacres, aunque enfrenta críticas de los republicanos que temen la pérdida de derechos. Estados Unidos sigue siendo el país con más armas de fuego en manos de civiles, lo que plantea un desafío significativo para cualquier administración futura.
En resumen, la segunda semana de la campaña electoral en Estados Unidos ha estado marcada por debates intensos sobre temas críticos y el creciente protagonismo del electorado latino. Con millones de latinos llamados a votar, su influencia en estados clave como Arizona y Nevada podría ser decisiva. Tanto Trump como Harris están cortejando activamente a este grupo demográfico, conscientes de su potencial para definir el resultado de las elecciones.