La voz de Susana Muhamad resonó con fuerza en la cumbre climática de Bakú, donde se centró en la financiación para la transición energética. Como ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Muhamad ha emergido como una figura clave en las negociaciones climáticas, representando a un país que busca dejar atrás los combustibles fósiles.
En su intervención, Muhamad subrayó la paradoja de que las energías renovables se estén multiplicando en el norte global, mientras que en países como Colombia, donde hay una necesidad urgente de acceso a energía limpia, la inversión es escasa. Esta situación refleja una injusticia en la financiación climática que debe ser abordada.
La ministra también expresó su preocupación por el impacto de la victoria de Trump en el liderazgo climático global. Según Muhamad, Europa y China deben asumir un papel más activo en la financiación climática, especialmente si Estados Unidos se retira de los acuerdos climáticos.
En cuanto a la influencia de los países petroleros, Muhamad señaló que el lobby de combustibles fósiles sigue siendo fuerte, lo que complica las discusiones sobre descarbonización. Colombia, un país dependiente de la exportación de carbón y petróleo, enfrenta desafíos significativos en su transición económica.
Muhamad también destacó la necesidad de democratizar las cumbres climáticas, permitiendo una mayor participación de aquellos directamente afectados por la crisis climática. En la COP de Biodiversidad en Cali, Colombia demostró que es posible organizar eventos más inclusivos y democráticos.
Colombia está experimentando los efectos del calentamiento global de manera aguda, con fenómenos como El Niño causando incendios y sequías, seguidos de lluvias e inundaciones. Estas crisis han tensado el espacio fiscal del gobierno, complicando aún más la respuesta a la crisis climática.
Para enfrentar estos desafíos, Colombia está trabajando en diversificar su economía hacia industrias que fortalezcan la resiliencia climática. Sin embargo, el alto nivel de endeudamiento y el acceso costoso al capital son barreras significativas para la transición energética.
El presidente Gustavo Petro ha propuesto un pacto financiero para la transición climática, buscando acceso a capital a bajo costo y a largo plazo. Muhamad enfatiza que el sistema financiero internacional debe adaptarse para apoyar a países como Colombia en su transición energética.
En resumen, Colombia se encuentra en una posición única como un país productor de combustibles fósiles que busca liderar la transición hacia energías renovables. Sin embargo, enfrenta desafíos financieros significativos que requieren una reforma en la arquitectura financiera internacional para asegurar un futuro sostenible.