El pasado día 3 de diciembre comenzaron los trabajos de retirada de las concertinas de la valla de Ceuta y Melilla. En Ceuta, los trabajos avanzan según lo previsto. Desde Interior no desvelan qué harán con las concertinas retiradas ni si una vez retiradas se aumentará el número de efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el perímetro. Las organizaciones de derechos humanos siguen denunciando la externalización de las fronteras
Los trabajos de TRAGSA, empresa encargada de la obra, de retirada de las concertinas avanzan según lo previsto por el Ministerio del Interior. Las concertinas que comenzaron a retirase hace 12 días, se apilan en una nave, y desde la cartera que gestiona Grande-Marlaska no han desvelado qué se hará con ellas. Caben varias opciones, entre ellas la eliminación de las mismas.
Interior tiene previsto que las obras de retirada de las concertinas y sus sustitución por «otros elementos más seguros y menos cruentos» tengan una duración de diez meses. El presupuesto destinado es de 8.366.337,42€ para Ceuta y 9.533.549,27€ para Melilla, lo que supone un total de 17.899.886,69€.
Fuentes de Interior han asegurado que estas obras «supondrán un refuerzo de la seguridad en toda la valla fronteriza y permitirán la sustitución de las concertinas y las sirgas tridimensionales en todo el perímetro por otros elementos más seguros y menos lesivos«.
Interior no da información sobre los detalles de la intervención
Desde el Ministerio de Grande-Marlaska explican que «por las especiales características de las obras de refuerzo y modernización de la frontera de Ceuta y Melilla, que afectan a una estructura de seguridad estratégica«, no se está divulgando ninguna información sobre los detalles de la intervención, sus avances y las medidas de seguridad en torno a ella.
Estas mismas fuentes confirman que «se han mantenido reuniones con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la fase de planificación y definición de la obra, así como para la programación de los refuerzos del vallado durante la obra».
Externalización de las fronteras y más dinero para Marruecos
Pero esta retirada de las concertinas de Ceuta no ha venido sola. Ha venido acompañada de una serie de medidas de blindaje con un muro anti-inmigrantes en Marruecos que se está construyendo con dinero europeo desde hace varios meses, por lo que las concertinas desaparecerán de Ceuta, pero se han colado en el reino Alauita para crear una fortaleza de cuchillas en los montes que colindan con el perímetro fronterizo.
El pasado día 11 de diciembre, la Comisión Europea anunciaba su apoyo a Marruecos con 101,7 millones de euros, destinados a «combatir la inmigración irregular y el tráfico de personas», enmarcado dentro de un nuevo paquete de medidas de apoyo a distintos países al norte de África.
Según informaba EFE «el nuevo paquete, que incluye cuatro acciones a las que se destinarán 147,7 millones de euros con cargo al Fondo de Emergencia Fiduciaria para África, eleva los compromisos europeos en la región hasta los 807 millones de euros».
De estos 147,7 millones de euros, la agencia internacional de noticias señalaba que 101,7 millones serán destinados a «apoyar los esfuerzos de Marruecos para combatir el tráfico de seres humanos y gestionar la inmigración irregular, y aumentar la concienciación entre los jóvenes y sus familias sobre los riesgos que afrontan al tratar de cruzar el Mediterráneo».
Hace unos días explicábamos que de esta manera, la Unión Europea está pagando a un tercer país para que se haga cargo del fenómeno migratorio antes de que este llame a sus puertas. Algo que para las organizaciones de Derechos Humanos es una clara externalización de las fronteras. Ana Rosado, miembro del equipo investigador frontera sur del área de migraciones de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) explicaba a El Foro de Ceuta que «cada vez se recrudecen más esas maneras de externalizar las fronteras y del control migratorio”. La investigadora de la APDHA apuntaba que «se viene denunciando desde hace tiempo, esa tendencia a invertir mucho dinero en el control de las fronteras y muy poco en revertir la desigualdad histórica” y explica que “Marruecos recibe órdenes y a cambio de dinero, hace lo que le piden, España es la que hace los acuerdos con Marruecos, y nosotros vemos con gran preocupación esa vulneración de derechos humanos que se dan con personas de origen subsaharianos y con los propios marroquíes”.
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