La Justicia francesa ha presentado cargos contra el conductor del autobús español que sufrió un trágico accidente en una carretera de montaña de los Pirineos. El incidente, ocurrido el pasado domingo, dejó como saldo la muerte de dos mujeres colombianas y varios heridos.
El conductor, de nacionalidad española y 50 años de edad, ha sido acusado de homicidio involuntario agravado por el uso de estupefacientes, así como de lesiones involuntarias y poner en peligro la vida de terceros. Según la Fiscalía de Marsella, las pruebas toxicológicas revelaron la presencia de benzoilecgonina, un metabolito de la cocaína, en su sangre.
Además de los cargos relacionados con el consumo de drogas, la justicia francesa ha señalado la violación deliberada de las obligaciones del conductor de garantizar la seguridad de los pasajeros. Este hecho ha intensificado las acusaciones en su contra.
El conductor fue detenido el 4 de diciembre y ya ha comparecido ante un juez de instrucción en Marsella. Las investigaciones preliminares sugieren que pudo haber un fallo mecánico en el sistema de frenado del autobús, que ya había experimentado problemas antes de salir de Andorra hacia Barcelona.
El autobús, que era utilizado regularmente por el mismo conductor, no había pasado las revisiones técnicas obligatorias, y el tacógrafo, dispositivo encargado de controlar la velocidad y los tiempos de conducción, estaba desactivado. Estos factores han sido considerados como agravantes en el caso.
Las autoridades francesas han confirmado que el autobús transportaba a 49 personas, principalmente de nacionalidades colombiana y española. Del total de víctimas, 32 fueron hospitalizadas en España y nueve en Francia, con seis aún ingresadas hasta el viernes pasado.
El viaje del autobús comenzó en L’Hospitalet de Llobregat, Cataluña, con destino a Andorra, donde los pasajeros planeaban aprovechar las ofertas del Black Friday. Sin embargo, el viaje terminó en tragedia, subrayando la importancia de mantener altos estándares de seguridad en el transporte público.
Este caso ha reavivado el debate sobre la seguridad vial y el cumplimiento de las normativas en el transporte de pasajeros, especialmente en rutas montañosas y de difícil acceso. Las autoridades continúan investigando para determinar todas las causas del accidente y prevenir futuros incidentes similares.